En China suceden cosas inverosímiles, y lo acontencido en la ciudad de Kangbashi es un ejemplo de ello. Esta mole arquitectónica estaba destinada a ser un supuesto nuevo centro neurálgico de la economía mundial, en la localidad china de Ordos.
Sin embargo la realidad es otra y la ciudad en cuestión está practicamente vacía y ya se la denomina la ciudad fantasma. Sin embargo y esto es lo más curioso, continúa considerándose uno de los lugares más prósperas del mundo gracias al sector inmobiliario y su ricqueza en carbón y gas.
La ciudad fue construída a marchas forzadas en cinco años. Esta inundada de obras arquitectónicas prominentes y lujosos apartamentos. La paradoja es que la ciudad continíua, como ya adelanté, siendo considerada una ciudad próspera.
Se calcula que apróximadamente el ochenta por ciento de las viviendas se han vendido, pero los compradores o futuros residentes, esperan a que haya colegios y hospitales antes de mudarse. Los centros administrativos, edificios de Gobierno, museos, teatros, dentro de deportes están listos para cuando haya residentes.
El efecto de pasear por las calles de esta ciudad desierta es desolador. La urbe fue diseñada para albergar a un millón de personas y tan sólo vivien unos cuantos vecinos. Imagino que uno se siente como si fuera el único superviviente de un ataque alienigena al planeta.
El caso de Kangbashi es un ejemplo de un modelo económico destructivo obsesionado con el crecimiento sin tener en cuenta la sostenibilidad.
Los próximos años pueden ofrecer nuevas historias de ciudades deshabitadas. Desequilibrios que sin duda nos pueden hacer reflexionar.
Imagen | Bert van Dijk En Diario del Viajero | China aconseja a sus ciudadanos para ser "civilizados turistas"