El distrito de Nagamachi en Kanazawa, también es conocido por ser el lugar donde vivían los samuráis. Esta ciudad, que a la vez es capital de la prefectura de Ishikawa, ha sabido conservar muy bien los principales atractivos de su pasado para convertirlos en reclamos turísticos.
De hecho, el Nagamachi es uno de los barrios más turísticos de Kanazawa, por lo que os recomiendo encarecidamente que madruguéis un poquito si queréis evitar las típicas colas y los autobuses de turistas con visitas organizadas. No obstante, dentro de Japón, Kanazawa no es una de las ciudades más visitadas.
El Nagamachi es una maravilla para pasearlo por libre y sin prisas. Está lleno de callejuelas empedradas que se retuercen, casas con tejados tradicionales, y un estado de conservación admirable. Bienvenidos al Japón de los samuráis.
Uno de los lugares más célebres del Nagamachi es la casa de samuráis Nomura, que abre muy temprano. Entrar cuesta 500 yenes (4,5 euros) y destaca por su cuidado jardín y los pertrechos y ornamentos samuráis. El edificio es una maravilla y merece ser contemplado tanto por dentro como por fuera.
Si tras la visita os pilla hambre, podéis reponer fuerzas en una pastelería fantástica que se llama Murakami y que está especializada en mochis de distintos sabores y en dulces tradicionales japoneses.
Otro de los lugares destacados del Nagamachi una antigua botica llamada Shinise Kinenkan. Entrar sólo cuesta 100 yenes (0,9 euros), y a cambio podéis observar objetos muy curiosos de la medicina tradicional japonesa. El edificio también es muy bonito.
Una última visita que podéis hacer si visitáis esta parte de Kanazawa es el Yuzen-kan, una especie de escuela-tienda-museo-taller donde te enseñan como se tiñen los quimonos. A nosotros nos defraudó un poco, pero si os gusta este tipo de artesanía pude resultar curioso.
Podréis entrar a más o menos lugares, pero el paseo por el Nagamachi es casi una obligación si estáis en Kanazawa. Además de por el legado de los samuráis, disfrutaréis paseando tranquilamente por sus calles, contemplando sus casas y poco a poco os iréis empapando de un ambiente antiguo en el que las prisas no son buenas consejeras.
Imagen | Pau En Diario del viajero | Japón: El Kenroku-en de Kanazawa, uno de los jardines más bellos del mundo, Japón: Museo de Arte Contemporáneo del S.XXI de Kanazawa