Toca poner punto final a esta pequeña selección de los platos más característicos de la cocina india (que, por extensa, bien podría ocupar varias entregas más) y lo hacemos, como no podía ser de otra manera, con sus exquisitos dulces.
Los dulces de India, llamados mithai, abarcan variedades tan diferentes como pueden ser el laddu, el jabeli o el barfi; siento éste último, sin lugar a dudas, mi preferido. Todos, como digo, bien diferentes entre sí, pero con una característica en común: ¡llenan muchísimo y son una auténtica bomba calórica!
Laddu
Tiene forma esférica, lo que le da la apariencia de un pequeño “bombón”. Está hecho fundamentalmente a base de harina y azúcar, a lo que se añaden otros ingredientes, que son los que dan lugar a las diferentes variantes del mismo postre. Así, encontramos el motichoor laddu, hecho con almendras, o el pathishapta laddu, con coco.
El laddu es, junto con el jabeli, el dulce más popular y extendido, y por eso no nos será dicífil dar con la variedad de nuestro gusto en el lugar del país que nos encontremos, aunque no sea su región originaria. Y lo mejor de todo: ¡siempre nos quedará uno nuevo por descubrir!
Gulab jamun
Puede recordar al laddu, pero sólo en apariencia. Está hecho de khoya (un derivado lácteo que podría parecerse al ricotta italiano) y harina, con cuya masa resultante se forma una bolita que se fríe, para posteriormente ser bañada en sirope con agua de rosas y cardamomo. El resultado: pegajoso y delicioso. ¡Tenéis que probarlo!
Jabeli
Extendido su consumo a India, Pakistán y Bangladesh, el jabeli es una masa de harina y azúcar que sumergida en una buena cantidad de aceite durante un tiempo, se fríe dando lugar a las formas más caprichosas. A mi parecer, “pura fritanga”... pero para gustos se hicieron los colores (en este caso, un naranja realmente llamativo), y su presencia en todas las esquinas demuestra que en India es uno de los favoritos.
Barfi
He querido dejar para el final el barfi: mi gran perdición durante mi estancia en el país. De textura algo más seca que los anteriores, el barfi está hecho de una masa de khoya, azúcar y cardamomo, a lo que se añade cualquier fruto que podáis imaginar: pistachos, coco, anacardos, almendras, mango... Si no los probé todos, poco me faltó.
Y con esta reseña sobre los platos más dulces de la gastronomía india, doy por terminada esta pequeña introducción que espero hayáis disfrutado tanto como yo recordando cada uno de los matices, aromas y sabores que la cocina de este fascinante país tiene por ofrecer.
¿Veis cómo no es para tanto? ¡Y no todo pica! Ya no tenéis excusa para no viajar a uno de los países más ricos cultural, espiritual, y por supuesto, gastronómicamente. ¡El único problema es que querréis repetir!
Foto | Carmen en Flickr
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