Ya son 700 millones de budistas en todo el mundo. Esa noticia ha abierto al Gobierno de la India la posibilidad de unir el turismo con la espiritualidad. Con la idea de crear una ruta en la que poder seguir los pasos de Buda, el gobierno va a invertir soberamente en lavar la cara a muchos de los lugares sagrados que existen en el país y a su vez impulsar nuevas infrastucturas turísticas en dichas zonas.
En Dharamshala, donde habita exiliado el actual Dalai Lama, el mismo gobierno se va a ahorrar un buen dineral ya que el mismisimo Richard Gere ha decidido mejorar la tortuosa carretera hasta el lugar con dinero de su propio bolsillo.
La religión budista no es la más seguida en la India, el hinduismo acapara la fe de los habitantes del país. Sin embargo, son muchos los hinduistas que creen que Shiva se reencarnó una vez en Buda. Así, los hinduistas engloban, interesadamente según algunos, el Budismo y lo acogen como propio.
El principe Siddartha nació en Lumbini, pueblo nepalí muy cercano a la frontera con la India. De todas maneras, realizó sus más importantes discursos en la provincia india de Bihar.
Se abre así una nueva ruta turística que engloba la espiritualidad budista que a tantos occidentales apasiona. Esperemos que con tanta inversión no confundan la espiritualidad con el dinero.
Vía | Hoy Inversión