Si vas por primera vez a Estambul, te parecerá una ciudad difícil de abarcar en una visita. De hecho lo es ya que al situarse entre dos orillas, entre dos continentes, debemos trasladarnos de una a otra parte para verlo todo. O casi todo, porque Estambul es riquísima en rincones y grandes atractivos. Para ayudarte a organizar una primera visita, te damos los 10 consejos imperdibles de acuerdo a nuestra experiencia.
1. Las siete colinas de la Ciudad Vieja son una colección de mezquitas donde perderse y quedar absorto. Pasarás de una a otra sólo para admirarte aún mas de la belleza de sus minaretes, cúpulas y grabados. Los alrededores de Eminönü y Beyoğlu te asombrarán.
2. Como dijimos, el tráfico entre una y otra orilla es permanente. El Bósforo es atravesado enormes puentes, y por miles de ferries, botes pesqueros, grandes y pequeñas embarcaciones, cargueros, lanchas, cruceros, taxis acuáticos, barcos del transporte público o de excursión. Un recorrido en el día por estas aguas te dará unas panorámicas inolvidables, especialmente si lo haces al anochecer, cuando el cielo se tiñe de rosa sobre las mezquitas.
3. El Distrito del Bazar te parecerá una locura por el caos, una explosión de colores y perfumes, de gente y sonidos. No puedes perdértelo. Internate en las caravanserais hacia el Mısır Çarşısı o mercado de las especias, donde el olor de la canela y el clavo lo inunda todo.
4.Entre todas las obras maestras de la ciudad, Santa Sofía es la mas impresionante, única, sublime. A pesar de un exterior poco prometedor aunque imponente, sus espacios interiores te deslumbrarán. Dedícale tiempo, se lo merece.
5.Vive la nueva Estambul en los alrededores de Istiklal Caddesi, el corazón de la ciudad del siglo XXI. Desde la siempre trajinada Plaza Taksim hasta Galata, con sus calles adoquinadas gastadas por el paso de tantos pueblos a lo largo de los siglos. Una mezcla de iglesias, mezquitas, restaurantes y hoteles.
6. El arte en Estambul tiene presencia y protagonismo. Está de moda, además, mirar y dejarse mirar en los cientos de pequeñas y grandes galerías de arte de Estambul. Si te asomas, además de grandes obras de arte contemporáneo especialmente, te encontrarás con una “galería humana” sin par. Además, suelen contar con un pequeño café donde sentarse a disfrutar del “espectáculo”.
7. Disfruta de la comida callejera. Encontrarás puestos a cada paso, con lo mejor de ambos continentes, desde helados hasta kebab. Entre las especialidades que debes buscar y probar está el simit , pequeñas rodajas de pan con semillas de sésamo. Y siéntate en una cafetería. Relájate. Pásalo bien.
8. Estambul es uno de los pocos lugares del mundo donde los amantes de la música clásica podrán salir de los grandes teatros u óperas y seguir disfrutando con la misma calidad. Los conciertos de primer nivel que se realizan en mezquitas e iglesias, rodeados del boato y la decoración otomanos, aseguran una agenda de calidad a lo largo de todo el año.
9. ¿Eres amante de la noche? Debes visitar los superclubs de Estambul. Preparados para la exclusiva clientela que los frecuenta, los superclubs puede hacer pedazos tu presupuesto, pero a cambio de aseguran codearte con hombres y mujeres enfundados en carísimos Armani, con relojes de infarto y zapatos a medida. Entre Ortaköy y Kuruceşme los encontrarás. Si entras o no, ya es tu decisión.
10. Los habitantes de Estambul aman la buena comida. Ya te recomendamos los puestos callejeros, pero si quieres estirar tu prespuesto un poco mas, puedes sentarte en muchos de los restaurantes que festejan las especialidades locales. La cocina turca se ha ido refinando a lo largo de los siglos, enriqueciéndose de las influencias que recibía. Sin embargo, su caracter se mantiene básicamente simple, ríustica, sabrosa. Prueba los meze o entrantes, los simples kebabs, las ensaladas con especias y frutos secos, los mariscos… Como dicen los turcos: Afi yet olsun! (¡que aproveche!).
En Diario del Viajero | Estambul: visitas opcionales