El multimillonario y excéntrico americano Howard Hughes fue también un apasionado y pionero de la aviación comercial.
Después de amasar fortuna con la empresa familiar de maquinarias para la extracción de petróleo,Howard Hughes se trasladó a Hollywood y se convirtió, además en productor de películas.
Su pasión por volar le llevó a construir su propio avión con el cual batió el record de velocidad. Un poco más tarde cruzó el Atlántico entre Estados Unidos y Europa en 7 horas y 28 minutos. Y no contento con ésto, dió la vuelta al mundo en menos de 4 días (era 1935 !!!)
El avión que mostramos hoy es un Boeing 307 de su propiedad: el Stratoliner de 1937.
¿Qué diría Howard si lo viera hoy, transformado en una casa flotante?
Esta casa-avión-bote (realmente no sabemos cómo definirla) puede navegar como un barco, mantiene la estructura original del avión y es la casa de un señor que parece estar bastante contento (o no?). Por lo pronto, abre las puertas de su barco-avión para la visita del público.
Todo ésto, además, es el producto de una empresa que, por lo visto, toma aviones en deshuso y los transforma en ... ésto.
Si Howard lo viera ...
Vía | Thrillingwonder