Lo cierto, sin embargo, es que sólo se grabaron las fachadas de las Painted Ladies, pues el interior era un plató. Tampoco era posible que fueran tales casas porque Kimmy Gibbler era la vecina de enfrente, y tales casas no tienen otros edificios delante, sino unos jardines públicos. Jardines en los que, también en la intro de la serie, la familia protagonista organiza un picnic.
Con todo, en San Francisco sí que hay una catedral que tenía especial interés en visitar. Grace Cathedral, posiblemente la única catedral del mundo que admite tener una vidriera que homenajee a la ciencia, por mucho que el científico Giordano Brunno la Inquisición quisiera quemarle el culo.
Catedral alternativa
Con todo, si avirozáis esta vidriera de 5 metros de alto, instalada en 1964, distinguiremos a Albert Einstein, bajo el cual aparece inscrita la famosa fórmula por la que todos le identificamos, rodeado a su vez de órbitas atómicas (esta imagen es totalmente falsa, porque las órbitas de lo átomo no son así, pero tampoco nos vamos a poner tiquismiquis). A los pies de Einstein, un átomo de helio homenajea la aportación de Einstein a la física nuclear.
Entre la serie de ventanas llamadas de “Iniciativa humana”, también encontramos al juez de la Corte Suprema Thurgood Marshall, al astronauta John Glenn y al poeta Robert Frost.
Grace Cathedral también es bastante alternativa e heterodoxa en muchos otros sentidos. Construida durante el año de la Fiebre del oro de 1849, dispone también de una Capilla para enfermos de SIDA con vitrales, que presenta la obra de arte del artista Keith Haring, que falleció de SIDA en 1990. También acoge celebraciones cívicas.
Os recuerdo que se trata de una iglesia episcopaliana y que este tipo de vidrieras sería imposible verlas en un templo católico.
No es la única
Siendo justos, Grace Cathedral no dispone de la única vidriera científica del mundo. Hay otra, quizá no tan importante, que está en la Iglesia Universalista Unitaria de Las Cruces, en Nuevo México, que representa al astrónomo Clyde Tombaugh, descubridor de Plutón.
Bueno, y si me permitís la licencia, para mí hay una catedral totalmente consagrada a la ciencia, y que además me resulta más espectacular en todos los sentidos que todas las catedrales religiosas que he tenido la oportunidad de visitar: el Gran Colisionador de Hadrones (LHC), bajo la frontera franco-suiza, en el CERN, Ginebra. Pero bueno, esto ya son consideraciones demasiado personales, supongo.
Más rarezas catedralicias
Otro caso parecido es el astronauta de la catedral de Salamanca. También hay una gárgola que representa a Darth Vader en la catedral de Washington.
Fotos | Sergio Parra