A pocos kilómetros, Tah. En esta aldea más bien hay un monumento que a la mayoría pasa inadvertido. Dos rampas de piedra enfrentadas a ambos lados de la carretera. Una luce dedicada a Hassan I, la otra a Hassan II. Casi nadie las ve porque Tah no es más que una aldea con gasolinera mal abastecida. Pero esta es la frontera del Sahara Occidental. Hasta aquí llegaba el protectorado español. Al otro lado acampó la Marcha Verde en 1975. De ahí el monumento.
En 1975 la ONU reconoció el derecho a la autodeterminación del Pueblo Saharaui. Instó a España a respetarlo. Se habló de un referéndum. La respuesta marroquí fue la Marcha Verde. 350.000 civiles y 25.000 militares se acantonaron en Tarfaya en noviembre de 1975. Estaban dispuestos a cruzar la frontera custodiada por el Ejército Español.
El 14 de noviembre se firmaron los Acuerdos de Madrid. España cedió la administración del Sahara a Marruecos y Mauritania. El 20 moría Franco. España tenía muchas cosas en que ocuparse dentro del país como para preocuparse de lo que pasaba tan lejos. Desde entonces Tah es la frontera invisible de olvido.