Un flotador de brazos para niños lo podemos también utilizar para cubrir botellas de vino y que no se rompan cuando las facturamos. Ahora que no podemos subirlas al avíón, sin duda, eso nos iría de maravilla. Y ya que nos tenemos que llevar el flotador del niño, ¿por qué no utilizarlo también de protector de botellas? Un gorro de hotel para la ducha sirve que ni pintado para cubrir botas o zapatos sucios en la mochila o la maleta. Los frasquitos de hotel para el gel, el shampú, etc. sirven también para hacerte tus potecitos de aceite, azucar y sal para tus salidas de montaña o para un picnic en el monte. Tu forro polar es una perfecta almohada si lo introduces en la funda del saco. Una funda de cantimplora puede servir para protejer el objetivo de tu cámara. Un pareo también sirve de toalla o falda. Una bolsa de basura grande protegiendo tu ropa en la mochila es el mejor impermeable que se ha inventado. Tu MP3 puede ser un útil dispositivo donde almacenar documentos importantes, contactos, números de tarjetas de créditos, pasaporte, etc. Protégelo por si acaso.
Para mis escapadas a la montaña siempre me llevo un palo de escoba al que le ajusté un viejo guante de neopreno y me va de maravilla. No cambiaría por nada el contacto de la madera con la piedra por el metálico repicar de los palos que se venden hoy en día.
Seguro que hay mil cosas a tu alrededor que pueden servirte de ayuda para tus viajes. ¿Sabes de alguna que quieras compartir con nosotros?