Las caprichosas formas de las rocas permiten que nuestra tendencia a buscar patrones visuales hagan florecer osos gigantes, fauces repletas de dientes afilados o, incluso, los ojos de Dios.
Es lo que sucede en una de las cuevas más famosas de la Tierra, la más grande de Bulgaria: la cueva de Prohodna.
Prohodna
La cueva Prohodna es una cueva kárstica a 2 kilómetros de distancia de Karlukovo Village en el municipio de Lukovit, provincia de Lovech y a 120 kilómetros de Sofía. La cueva, que tiene 262 metros de longitud, tiene dos entradas, una grande y una pequeña, situadas cada una en un extremo (las entradas se conocen popularmente como Entrada Grande y Entrada Pequeña, no tiene pérdida).
Los Ojos de Dios en realidad son dos entradas de forma almendrada que perforan una montaña de roca caliza del techo que, gracias a la luz del exterior, parece estos ojos figurados iluminen la estancia con su fulgor.
Por si fuera poco, si llueve o ha llovido en abdundancia, esos 'ojos' se asemejan a un rostro llorando, pues se producen pequeñas cascadas que caen a través de las oquedades.
El fácil acceso de la cueva permite toda suerte de excursiones de turistas, espeleólogos o deportistas. Además, este lugar de reminiscencias místicas, por cierto, apareció en la película búlgara 'Time of Violence' (Tiempo de violencia) de 1988, dirigida por Ludmil Staikov.
Otra cosa es que busquéis la cueva más profunda. Este gigantesco laberinto de galerías horadado en la roca caliza durante milenios se encuentra en Krubera-Voronia, en la región de Abjasia (Georgia), que está situada en el Cáucaso occidental.
Este mundo subterráneo tiene, según se estima, más de 2.700 metros de profundidad, pero algunos tramos son tan estrechos que los espeleólogos tuvieron que volarlos para poder seguir adelante.