Uno de los últimos ejemplos es el de un atleta que logró financiarse un viaje deportivo de 18 meses en el que sudó la gota gorda en 16 países, aunque no llegó a los diferentes lugares sólo con las piernas. Podéis ver un videomontaje de su aventura más abajo.
Los que no hacen trampa en ese sentido son los monjes budistas del monte Hiei, en Japón. El siguiente viaje sólo lo llevan a cabo una vez en su vida, y no me extraña, pues su proeza sobrepasa lo razonable. La distancia total cubierta es de 50.000 kilómetros, más que la circunferencia de la Tierra. Es decir, que hacen a pie más de lo que hizo Phileas Fogg. Aunque no lo hacen en 80 días sino en muchos más: dedican 100 días al año durante 7 años y el resto descansan. Los días que corren, cubren 84 kilómetros.
Otros han querido agradecer la ayuda recibida tras la crisis de Fukushima, en Japón, corriendo por el mundo. De este modo, tres corredores, uno de 71 años, su hijo de 28 y un amigo de 50, se propusieron hacer corriendo el trayecto entre París y Tokio. Trece meses y 13.350 kilómetros después han llegado a la meta.
El caso más extravagante, sin embargo, es un indio de 100 años que ha roto varios récords.
La edad no importa
Singh corrió su primer maratón a los 89 años, alcanzando la popularidad a nivel internacional. Con 101 años corrió su última en Hong Kong. Se retiró del deporte después de completar una carrera de 10 kilómetros en Hong Kong en 1:32:28 horas. Dijo que seguiría corriendo para mantener la salud, pero no ya de forma profesional.
Singh ha roto varios récords. Más rápido en correr un maratón (masculino, mayores de 90). Más rápido en correr 5.000 metros (varones, mayores de 100). Más rápido en correr 3.000 metros (masculino, mayores de 100).
Fauja Singh cruzó la línea de meta en el maratón de Toronto Waterfront, en Toronto, el 16 de octubre de 2011. Siempre con su turbante amarillo, y su barba meciéndose con el viento. Había terminado en 8 horas y 25 minutos. Total: 42 km recorridos.
Imitando a Forrest Gump por la ciencia
Otro gran corredor ha sido el científico francés Philippe Fuchs. Este investigador de realidad virtual ha realizado hace poco una megamaratón de 10.185 kilómetros que cubre la distancia entre París y Pekín. En su viaje había cubierto 85 kilómetros diarios.
A diferencia de Forrest Gump, las intenciones de Fuchs eran muy claras: corría equipado con varios sensores que enviaban su información a un laboratorio en el que se creó un modelo en 3D de su pie, a fin de estudiar cómo le afectaba el esfuerzo. Esta información será de gran utilidad para la medicina deportiva.
Hacer turismo a ritmo de footing
Ya hay varias ciudades que ofrecen este servicio, como Berlín, o algunas ciudades de EEUU como Chicago, San Diego o Washington.
Deportista VS Sedentario
Correr, andar, avanzar por el mundo con la fuerza de tus músculos. Toda una revolución en los tiempos que corren, sobre todo si nos fijamos en países como Estados Unidos. A este respecto, Bill Bryson bromea al respecto en su libro de viajes Historias de un gran país:
Os lo cuento, pero prometedme que no se lo diréis a nadie. Poco después de trasladarnos aquí, una noche invitamos a cenar a los vecinos de la casa de al lado y éstos se presentaron en coche. Juro que no lo estoy inventando. Yo me quedé de piedra (recuerdo haberles preguntado si se valían de una avioneta para ir al supermercado, ocurrencia que no despertó sino miradas de incomprensión y la promesa mental de no incluirme jamás en ninguna futura lista de invitados).
Bryson cuenta entonces que esta holgazanería no es nada extraña en Estados Unidos, pues un investigador de la Universidad de Berkeley concluyó que el 85 % de los estadounidenses son esencialmente sedentarios y que el 35 % lo son totalmente. El americano medio camina menos de 120 kilómetros al año: poco más de 2 kilómetros por semana, apenas 350 metros al día.
Lo curioso es que, luego, los estadounidenses pueden apuntarse al gimnasio. Una paradoja que, en el contexto del turismo y los viajes, podría equipararse al Bus Bike que funciona en Río de Janeiro: un autocar en cuyo interior hay 16 bicicletas de spinning. Cuando el vehículo se pone en marcha, un monitor empieza a incentivar el pedaleo. Y mientras se hace una clase de spinning, el autocar hace una visita panorámica a la ciudad.