El verdadero descanso comienza en el momento en el que apagamos el teléfono móvil, pero como es fácil caer en la tentación, para desintoxicarte puedes irte a alguno de estos lugares donde por más que busques no encontrarás señal.
La lista incluye lugares obvios como la Antártida, remotos como Nepal, sorprendentes como el desierto de Atacama (donde he estado y puedo decir que es maravilloso estar desconectado) y otros que me han llamado la atención como Corea del Norte donde la policía confisca los móviles en el aeropuerto. También en Ceiriog Valley, en Gales del Norte existe un oasis "mobile-free", así como en la península de Knoydart al oeste de Escocia.
No faltara mucho para que el furor en servicios turísticos se centre en las estadías sin móvil. En lugar de los hoteles con conexiones de todo tipo, muchos viajeros buscarán estar aislados del mundo, que así es como se disfruta de unas verdaderas vacaciones.