Como explica Enrique, la venta directa beneficia a clientes y proveedores. Las compañías aéreas recortan gastos, pues se ahorran la comisión al intermediario y, si el billete es electrónico (en 2008 ya no se venderán los de papel), ahorran en impresión y distribución. El cliente se beneficia porque consigue "un nivel de información mayor, una sensación de autonomía e independencia en la elección muy agradable, una mayor comodidad, y un precio más económico, amén de los incentivos que las propias aerolíneas están dispuestas a entregar". Por tanto, con el nuevo panorama los únicos que, en principio, salen perdiendo son los agentes de viajes. Ellos lo saben perfectamente, por muy anquilosados que parezcan. No sólo están perdiendo parte de la clientela sino que, a partir del 1 de enero de 2007, Iberia dejará de abonarles las exiguas comisiones que aún les paga (1%). Por eso hace dos años comenzaron a cobrarnos un fee o, lo que es lo mismo, una tasa por "gastos de gestión", cuando reservan un billete para nosotros.
Hoy en día, las agencias siguen siendo imprescindibles. Si todos acudiéramos en masa a comprar a la web de iberia, la saturaríamos. Pero están obligadas a reconvertirse. Nadie acudirá a ellas en unos años para reservar un billete de ida y vuelta entre Madrid y Barcelona. Tal vez puedan ejercer de asesores en viajes más complejos, aunque la duda es saber si estarán preparadas. Para todo lo demás, siempre nos quedará Internet, y mucho más a mano. Como explica Enrique Dans, ni siquiera es necesario estar aseado para reservar un viaje a las Seychelles.
Vía | El Blog de Enrique Dans