Concretamente las encontramos en el mar Báltico, en las proximidades de la isla sueca de Gotland, uno de los destinos más populares de Escandinavia por su impresionante oferta de turismo natural. Las llaman Stacks, y hace miles de años estuvieron unidas a la costa. La fuerza del mar y del viento han hecho el resto.
Langhammars, Gamle Hamn y Digerhuvud son algunos de los campos de stacks que rodean la zona de Fårö, la isla que se sitúa frente a la costa más septentrional de Gotland. El mejor lugar para observar estas caprichosas formaciones geológicas es Rauk at Langhammar, el punto donde termina la carretera asfaltada.
Y si finalmente tenéis tiempo y os quedan ganas de más asombros pétreos, no debéis perderos una visita al Museo Nacional de Historia y Antigüedades de Suecia, donde se expone una piedra muy especial de Gotland: la piedra rúnica G 181, una pieza de la era vikinga, originalmente emplazada en la iglesia de Sanda, Gotland. Se cree que representa a las tres principales deidades de la Mitología nórdica, Odín, Thor y Freyr.
Vía | Canal viajes
Imágenes | Gotland.net