Escaparse a los países vecinos a disfrutar de arte y gastronomía es algo que deberíamos hacer con mas frecuencia de la que lo hacemos. Es fácil llegar y lo que nos ofrece nunca defrauda. Si no te hemos convencido aún ahí van tres excusas perfectas, entre otras muchas, para visitar Francia esta primavera.
Porque desde luego adentrarnos en el país a saber más de los Papas y, si podemos, disfrutar del teatro, o escaparnos a comer y beber grandes vinos y mirar a todos lados y ver edificios catalogados como patrimonio de la humanidad. Así es Francia.
En Aviñón hay mucho más que Papas y el célebre pont
Pensar en Aviñón es rememorar la ciudad de los Papas y también el puente, célebre por la canción, pero hay mucho más. Enclavada en sus murallas originales, invita a pasear y encontrar muchas callejuelas testigos del pasado: capillas e iglesias, edificios medievales, mansiones privadas de los siglos XVII, XVIII y XIX.
El mayor palacio gótico de Europa, el Palacio de los Papas, que fue residencia de los soberanos gobernantes papales durante 70 años en el siglo XIV, es el patrimonio más importante de la ciudad. Allí mismo, el incompleto Puente de Aviñón, es también un prestigioso testigo del pasado. Los dos monumentos forman parte de un magnífico complejo clasificado como Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.
Durante todo el año, la ciudad está repleta de actividades culturales. Sin duda el más destacado es el Festival de Teatro que se celebra en julio, fundado en 1947, y que es una de las más importantes manifestaciones internacionales del espectáculo contemporáneo en vivo: 40 obras de teatro, espectáculos de danza, artes plásticas o música, hay mucho para elegir. Durante un mes, todo el mundo tiene acceso a una cultura contemporánea y en vivo.
Pasando a la parte gastronómica, hay que visitar el mercado cubierto de Les Halles en la Place Pie con un ambiente cálido, donde unos cuarenta comerciantes ofrecen productos de la región: frutas, verduras, aceitunas, quesos, vinos, pescados, embutidos... Y también se puede comer allí dentro o en la terraza. Dos recomendaciones: las tostadas con foie gras y la sopa de gambas y pollo especiada.
En Arles y la Camargue se disfruta de toros y de Van Gogh
Sorprende presenciar las habilidades de los raseteurs y tourneurs haciendo peligrosas habilidades frente a la espectacular raza de toros de anchos cuernos verticales cocardeque pueden presenciarse en libertad en los prados de la Camargue, alternando con sus singulares caballos que nacen negros y luego se vuelven blancos. Además todo pasa en el Anfiteatro que construyeron los romanos hace dos mil años, con capacidad para 21.000 espectadores y que se conserva en perfecto estado. Una tradición taurina que se remonta a 1402. Y para no olvidar la herencia se siguen haciendo representaciones de juegos de gladiadores, aunque también hay artes escénicas en el Teatro Antiguo.
Pero no todo es antiguo en Arles, buena muestra de su modernidad fue la presencia durante 15 meses de Vincent van Gogh que experimentó aquí el período más productivo de su carrera como pintor con más de 300 dibujos y pinturas, entre ellos "Terraza de café por la noche". Desde entonces, muchos artistas van a Arles a buscar esta luz inmortalizada por Van Gogh, incluido el propio Picasso.
En Burdeos hay mucho más que vinos
En Burdeos está la Cité du Vin, un enclave cultural único en el mundo dedicado al vino. Con su exposición permanente, respaldada por tecnologías interactivas y digitales, experiencias de cata, eventos culturales, tiendas y restaurantes, se celebra la dimensión cultural, de civilización, patrimonial y universal de los viñedos de todos los rincones del mundo.
Los talleres de cata permiten catas de vinos de todo tipo, accesibles para todos. Ofrecidos durante el día o por la noche, los talleres ponen el foco tanto sobre la diversidad de las regiones vitivinícolas como sobre los platos y los vinos que se degustan.
En Burdeos, la capital de Nueva Aquitania y puerta de entrada a la región, con vuelos desde diversas ciudades de España, hay un rico patrimonio, numerosos sitios y monumentos históricos o modernos y un arte de vivir tradicional y típico. Cuenta con más de 350 edificios declarados o inscritos en la lista de monumentos históricos. En la Place de la Bourse, frente a un edificio monumental de casi tres siglos, está la principal atracción de la ciudad, el Espejo de Agua, el lugar más fotografiado de la ciudad.