La localidad costera de Santa Pola, en Alicante, no solo ofrece sus playas y restaurantes como alicientes volcados al mar. En las inmediaciones del faro de Santa Pola hay un mirador privilegiado al Mediterráneo, al que hoy nos asomamos.
Allí, junto a un acantilado que desciende hasta la costa, podemos pasear por una pasarela a tramos colgada y disfrutar de una panorámica inigualable de la costa alicantina, con la Isla de Tabarca en primer término. Sin duda estamos en uno de los mejores miradores de la provincia de Alicante.
Los días claros, la vista alcanza a Alicante, el Cabo las Huertas y Benidorm y el Peñón de Ifach hacia el norte y la bahía de Santa Pola hasta Guardamar y la Isla Grossa, frente al Mar Menor, hacia el sur. Es todo un espectáculo recorrer la pasarela o sentarse junto al acantilado y contemplar el paisaje, incluidas algunas de las mejores playas de Alicante.
El faro y el mirador se encuentran en el extremo este del Cabo de Santa Pola, a pocos kilómetros de la localidad. El faro fue instalado en 1858 sobre una antigua torre vigía del siglo XVI, llamada Atalayola, que servía para vigilar la costa contra las incursiones de los piratas berberiscos.
Fue instalado en 1.858 para la orientación de los barcos y en la actualidad tiene un alcance máximo de 16 millas. Hace pocos años que se instalaron dos tramos de pasarela, algunos flotantes y con base de rejilla que deja ver lo que tenemos debajo. Y aunque no hay ningún tramo que sobresalga del acantilado, puede impresionar si padeces vértigo.
El acantilado no termina directamente en el mar, sino que hay un tramo de costa. Justo a nuestros pies podemos observar las pinadas y las distintas calas que conforman el cabo de Santa Pola. Allí, en verano no cabrá un alfiler, y seguro que en cualquier época del año habrá alguien probando sus aguas.
Volviendo arriba, al final del segundo tramo de la pasarela se obtienen las mejores vistas de la vecina isla de Tabarca (una pequeña isla habitada, destino imprescindible en verano), y es donde siempre habrá alguien cámara en mano para inmortalizarlo.
Además de la pasarela, también se recuperó parte del entorno que hoy queda como muestra de la historia reciente de nuestro país. Este punto, como hemos dicho, es estratégico por las vistas que ofrece de la costa, por lo que en tiempos de la Guerra Civil sirvió de vigilancia.
Allí se ha recuperado el lugar en el que había varias baterías de costa antiaéreas (los cañones ya no están) y búnkeres, algunos comunicados entre sí, con paneles explicativos acerca de los episodios bélicos que sucedieron y fotografías de la época.
Para llegar al mirador del faro de Santa Pola hay que tomar el desvío de la carretera nacional 332, en el tramo que une Santa Pola y Alicante. Se toma el camino hacia el faro (ojo a los baches en algunos tramos), casi al final del cual hay un aparcamiento con zona de picnic.
Muy cerca, al final del camino, está el faro y el mirador. También hay distintos senderos y rutas BTT debidamente señalizados que unen el faro y Santa Pola o Gran Alacant, por lo que muchos visitantes llegan en bicicleta o a pie. Por ejemplo, se puede llegar a una torre vigía cercana, la Torre de Pep o Torre de Escaletes, situada al sur de la sierra y desde allí bajar a las calas andando.
Cualquier momento es bueno para acercarse al mirador del faro, pero sin duda el amanecer y el atardecer son impresionantes, aunque también puede ser excelente llevarse el almuerzo un día soleado de otoño o invierno, cuando el calor no aprieta. Eso sí, precaución los días de viento, porque a esta altura puede azotar con fuerza... y entonces mejor no acercarse mucho al borde del acantilado.
Os dejamos con dos vídeos de las mejores vistas del mirador del faro de Santa Pola, el primero en timelapse y el segundo a vista de dron. No dejéis de asomaros desde aquí al Mediterráneo en vuestro viaje por estas tierras. Podemos sentirnos vigías oteando el horizonte a la búsqueda de piratas o simplemente encontrar nuestra mejor foto.