Dublín es uno de los destinos que más crece cada año en visitantes, y los españoles somos habituales entre los que eligen este destino tanto para viajes de diez o quince días como para escapadas de tres o cuatro. Si estás en el segundo caso, te vendrá muy bien nuestra guía práctica para aprovechar un viaje a Dublín y qué visitas son imprescindibles en un viaje de 4 días.
Evidentemente en un viaje corto nos faltará tiempo para ver todo lo que la capital de Irlanda tiene para ofrecer, pero con estas recomendaciones, podréis calcular cómo distribuir vuestra estancia para no perderos nada de lo imprescindible y disfrutar al máximo de una estancia corta en Dublín.
Mini guía práctica para aprovechar un viaje a Dublín de 3 o 4 días
Dublín es una ciudad llena de atractivos. Con Iglesias como lñkjsad f, edificios imprescindibles como el de Correos más conocido como la GPO (General Post Office), los Museos, los pubs, las esculturas, la Guinness StoreHouse o los puentes sobre el río Liffey, es imposible ver todo en cuatro días.
Por eso he preparado esta mini guía práctica para que sean las prioridades de cada uno las que nos marcarán el recorrido posible, para que cada uno pueda ver todo lo que no se debería perder y por el contrario, poder saltarnos algún otro punto si no es de nuestro interés.
Preparaos para patear, -yo caminé de media 17 km cada día que estuve en Dublín- y si queréis aprovechad y sacaros el Dublin Pass que además de funcionar como una tarjeta de transporte os permitirá entrar gratis en numerosos puntos de interés. También resulta divertido montar en los autobuses de dos pisos que hacen un recorrido por todos los puntos de interés de la ciudad y en los que puedes ir subiendo y bajando según te convenga y en los que hay audioguías que te van explicando los barrios en los que estás y las cosas que conviene ver en cada zona.
Iglesias, Edificios y otros monumentos
Seguramente tendrás previsto visitar alguno de los más importantes y conocidos monumenos, edificios e Iglesias de Dublín, para cubrir con la parte cultural que todo viaje nos exige. Mis recomendaciones, visitar las iglesias de San James como punto de arranque del Camino de Santiago en Dublín, la de San Patrick por ser la dedicada al patrón de la isla y la impresionante Christ Church, que tenéis sobre este párrafo.
También es imprescindible hacer una visita al Dublin Castle, al menos ver el exterior y entrar en el patio para haceros una idea. Muy cerca, bajando hacia el río podemos ver dónde estaban los asentamientos vikingos y enterarnos de que muchos de ellos quedaron sepultados bajo el nuevo edificio del Ayuntamiento, aunque hay ciertas muestras que nos permiten hacernos una idea de cómo fue en su época histórica.
Otro imprescindible es Trinity College, la famosa universidad de Dublín donde lo más granado de su juventud se forma para el futuro. Merece la pena reservar el tiempo necesario para poder hacer un recorrido de una mañana por el College con especial detenimiento la Biblioteca y en la exposición de los libros de Kells.
En un plan diferente, también resulta muy interesante la visita a la Guinness Storehouse, de la que os hablo en este post mostrándoos así por qué es una de las atracciones turísticas más visitadas de Dublín y donde os cuento qué se puede hacer, qué podéis comer y cuánto tiempo debéis guardar para esta visita imprescindible en un viaje corto a la capital de Irlanda.
Os recomiendo ir con tiempo para entrar a las 12 de la mañana, ver la fábrica y recorrer sus plantas y terminar comiendo en el 1837 Brasserie Bar y disfrutar con unas ostras con Guinness, un plato que se documentó precísamente en ese año por parte del ministro Disraeli. Aquí podéis ver lo que se puede comer en la Guinness Storehouse y como veréis, es un menú más que apetecible y que puedes tener por aproximadamente 35 euros, dependiendo de cuántas cosas pidas. Mi recomendación, pedid las ostras y el Beef&Guinness, un estofado delicioso.
Las calles de Dublín
Pasear y patear las calles es imprescindible para conocer esta ciudad. Seguramente tendréis algunas referencias, pero partiendo de Trinity College es fácil orientarse teniendo como referencia grandes calles o arterias como Grafton Street la calle peatonal más visitada, la avenida donde está el río que separa las partes norte y sur de la ciudad y la paralela la calle Temple Bar donde encontraréis música en directo y todo el ambiente de la ciudad, y otras calles como O'Connell street o Earl Street, todas ellas calles por las que tendremos que pasar prácticamente siempre en todo recorrido que hagamos en Dublín.
Estatuas y esculturas
Dublín es una ciudad llena de bellas estatuas, que forman un panorama artístico muy atractivo para el visitante, que puede hacer a través de ellas un interesante recorrido de una a otra para descubrir a los más importantes símbolos de la cultura y la historia de Dublín y de Irlanda.
Una de las más impresionantes es Famine, un grupo escultorico dedicado a la hambruna que sufrió Irlanda a mediados del siglo XIX, a raíz de un problema con los cultivos de la patata, que causó millones de muertos y transformó la sociedad de la época. Ya os enseñaré con más detalle en próximos post la historia de esta obra y de otras que hoy solamente nombraremos.
Uno de los símbolos de la ciudad es la estatua de Molly Mallone, conocida también como Cockles and Mussels o con el nombre de "In Dublin's Fair City". Toda visita a Dublin tiene que tener prevista una parada para hacerse la foto con la famosa vendedora de marisco y su carro.
También es imprescindible ver la doble esfera situada en el exterior del Trinity College, que muestra su caracter cosmopolita y resulta ciertamente enigmática al contemplarla, habiendo muchas explicaciones sobre su simbolismo que dejo a vuestro criterio.
Pubs y lugares de ocio
La tarde y la noche de Dublín son muy animadas. Con sol o con lluvia, con frío o con calor, la ciudad se llena a media tarde tanto con los locales como con los visitantes extranjeros que se ponen de acuerdo para recorrer los pubs de la zona de Temple Bar o los alrededores del río. Vayas al que vayas te divertirás con su música en vivo, sus cuenta cuentos y sus divertidos quiz y competiciones, mientras van cayendo las cervezas. Recuerda que la mayoría de pubs tienen cosas para comer como hamburguesas y sandwiches.
Sin duda hay que pasar por el pub más antiguo de Dublín, el Brazen Head, pero hay muchas otras alternativas para pasarlo bien o para descubrir curiosidades muy interesantes. Por ejemplo, os recomiendo, -además de todos los de la zona del río- que probéis a descubrir otros muy curiosos.
Por ejemplo, me gustó mucho The Bank, un pub situado en la antigua sede de un banco, en el que podemos ver las cajas de caudales si bajamos a la zona de los lavabos y donde podemos comer junto a los bustos de los antiguos signatarios de una reclamación independentista.
También es muy peculiar The Church, una antigua iglesia reconvertida en restaurante que permite comer bajo el órgano, junto a las lápidas y rodeado de ventanales con vidriera, láminas de mármol y toda la tranquilidad que emana de estas antiguas construcciones.
Dónde Comer en Dublín
La oferta gastronómica de la ciudad es muy amplia, ya que encontramos todo tipo de establecimientos de cocina internacional, pubs con su comida más tradicional, modernos restaurantes en los que la creatividad y la revisión de la cocina habitual de Irlanda ha dado un giro muy interesante y nuevos empresarios con ideas creativas. De todo esto os hablo aquí, por lo que os recomiendo visitar este enlace para que tengáis mis recomendaciones, publicadas en Directo al Paladar.
Disfrutar de 4 días en Dublín
Monumentos, pubs, estatuas, pequeñas excursiones, mercadillos y otros atractivos hacen de Dublin una ciudad magnífica para hacer una pequeña escapada. Con un presupuesto accesible, se pueden pasar unos días magníficos en la capital irlandesa, descubriendo su gastronomía, visitando sus puntos de interés y sumergiéndose en el ambiente cultural y de ocio que ofrece la ciudad a todo el que la visita.
Es cuestión de organizarse un poco e ir eligiendo qué te apetece más para poder disfrutar de todo lo posible y no preocuparse de lo que quede pendiente, porque seguro que regresarás. Dublín está muy cerca y tiene mucho que ofrecernos por lo que es fácil que sea un plan recurrente para fines de semana largos o minivacaciones.
Espero que esta miniguía práctica para aprovechar una visita a Dublin y cuáles son las visitas imprescindibles en un viaje de 4 días os venga bien y no dejéis de completarla en comentarios con vuestras experiencias personales.
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