La Ermita de San Baudelio de Berlanga es una iglesia construida a principios del siglo XI situada en el municipio de Caltojar, en la provincia de Soria, en la Comunidad de Castilla y León, muy cerca de Berlanga de Duero. En ella podemos deleitarnos con lo que queda de sus maravillosas pinturas.
Pese a los daños debidos a la erosión y el expolio que sufrió, el tesoro artístico de San Baudelio sigue siendo realmente fascinante hoy en día, por lo que suponemos que debió ser inolvidable el esplendor artístico que pudo haber tenido esta Ermita en sus mejores tiempos .
Es un edificio de estilo arquitectónico mozárabe que fue construido en el siglo XI, en la zona fronteriza situada entre las tierras dominadas por los ejercitos islámicos y cristianos. El templo está dedicado a San Baudilus o San Baudelio.
En su momento de esplendor, la Ermita de San Baudelio estaba adornada con maravillosas pinturas con la técnica del fresco que alegraban con sus vistosos colores el interior de este peculiar edificio. Hoy, sus colores desvaídos, nos permiten solamente imaginar cómo serían antes del expolio que sufrió esta Ermita en pleno siglo XX.
Con una columna con forma de palma en el centro que parece sujetar toda la estructura, se distinguen tres zonas diferenciadas o espacios en el interior de la nave. Desde la parte superior del pilar central se proyectan ocho arcos acanalados, que se sostienen en las cuatro esquinas y en el centro de las paredes de la iglesia.
Encima del pilar, entre los arcos que brotan, hay una pequeña cavidad escondida, en la que se cree que alguna vez fueron depositados los tesoros de la iglesia o las reliquias de su santo para que estuvieran más protegidos.
Al fondo de la nave encontramos la capilla, iluminada con un pequeño arco ojival con pantalla de una finísima capa de mármol alabastro que deja pasar la luz natural, con una paloma boca abajo coronándola.
En la zona central representaciones gráficas de animales de oriente, y de Africa, probablemente sacadas de las imágenes de los bestiarios por parte de los autores. También representaciones de pasajes bíblicos y, además de lo secular, también hay otras ilustraciones terrenas, de momentos de la vida civil o militar.
El interior de este espacio principal está acanalado en estilo morisco, con arcos entrecruzados alrededor de una parte superior abovedada de manera similar a la construcción en la cúpula abovedada de la cercana ermita de San Miguel Almazán.
Otra característica inusual de San Baudelio de Berlanga es su galería o tribuna, formada por una doble fila de arcos de herradura, que sostienen un coro situado en el segundo piso, que resulta accesible por unas escaleras. Apoyado en la tribuna, hay un pequeño oratorio. Esta pequeña capilla tiene bóveda de cañón y tiene una ventana a cada lado. No es más grande que un púlpito .
Además de visitar la Ermita, también se puede acceder a una pequeña cueva situada dentro de la pared suroeste del santuario, donde se dice que pudo haber vivido un ermitaño. También hay una peregrinación hasta un manantial de agua dulce cercano a la iglesia que se hace cada año el día 20 de mayo en homenaje a San Baudilo.
La historia del expolio
Según nos explicaron los guías que acompañan al visitante a este maravilloso templo, tras haber sido declarada Monumento Nacional en 1917, en los años 1922-23, León Levi, un marchante que vendía piezas de arte a los representantes de algunos Museos americanos, se interesó por las pinturas de San Baudelio.
Por eso, tras investigar ante el obispado de Osma y el de Sigüenza, se dirigió a sus propietarios, que ya eran particulares tras la desamortización, ofreciéndoles por ellas un total de 60.000 pesetas. Las autoridades españolas recurrieron la venta, iniciándose un pleito que concluyó cuando en 1925 el Tribunal Supremo sentenció que sí podían ser vendidas y salir de España.
Aunque el acuerdo no quedó ratificado hasta la sentencia, el marchante se adelantó y procedió a retirar las pinturas de la iglesia con la técnica de la Strappo, para arrancar los frescos de la pared y traspasarlos a un lienzo en el que transportarlos hasta su nueva instalación.
Hoy en día, las pinturas originales de San Baudelio de Berlanga, en lugar de estar en donde deberían que sería en su propia Ermita, o en su defecto en el Museo Arqueológico o similar, están en varios Museos de los Estados Unidos de América como el Museo de Nueva York, el de Boston, el de Cincinati y el de Indianápolis.
Algunas de las pinturas regresaron posteriormente a España tras un intercambio artístico con el Museo del Prado y hoy pueden verse en sus instalaciones. Si queréis ver cómo eran las pinturas de San Baudelio en su momento, sin dificultad encontraréis en vuestro buscador fascinantes fotografías y recreaciones de cómo serían los muros cuando todo estaba decorado con esa gama de colores potentes e intensos.
Aún sin ellos, una visita hoy en día a San Baudelio resulta igualmente fascinante. Pese a la técnica de la Strappo que sufrieron los frescos y los daños realizados por la luz y la humedad en sus restos, todavía los muros mantienen los preciosos dibujos con escenas de la Pasión, la Última cena o la Tentación de Cristo en el desierto entre otras.
Con imaginación y observación, vemos el contraste entre lo que fue en su día la Ermita de San Baudelio y lo que queda de este maravilloso tesoro pictórico, en este edificio situado en las tierras de la provincia de Soria.
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