En nuestras vidas, es así, nos hace falta amor, o por lo menos creer en historias locas que aunque terminen mal nos parezcan inolvidables. William Shakespeare sabe mucho de eso y ahora ya estáis todos pensando en la historia de amor de trágico final que todos conocemos. Hoy un día tan bueno como otro cualquiera para pasear por Verona siguiendo las huellas de Romeo y Julieta.
Visitar la bella Verona es toda una maravilla, y aunque se la conozca por la obra de Shakespeare también tiene otros muchos lugares que ver, así que aunque esa sea la excusa para llegar hasta allí, aprovechadla bien para caminar por sus calles, disfrutar de una terraza y conocer su historia.
La Casa de Julieta
Puede que, con diferencia, sea el lugar más visitado de toda Verona, y eso que es una ciudad maravillosa llena de cosas preciosas. Cada día (antes de la pandemia) por allí pasan miles de personas para visitar la supuesta casa balcón que inmortalizó para siempre William Shakespeare en su tragedia. ¿Es el sitio real? Depende de hasta donde llegue lo que uno quiera creer. Se sabe que es un palacio de inicios del siglo XIII y que los dueños eran una adinerada familia veronesa de apellido "Dal Capello", tal y como reza en la insignia que hay en la casa y que así mismo da nombre a la calle de al lado. Con la casi coincidencia de este Dal Capello con Capuletti y la fecha similar de ahí nació la leyenda y la historia que, real o no, ha llegado hasta nuestros días y sigue siendo motivo de peregrinación.
La Casa de Julieta está en la Via Capello y puede que nadie entrara en ese callejón si no fuera por las habituales hordas de turistas y esa sensación de que allí "ocurre" algo. Lo primero que nos entra por la vista son las paredes del callejón que lleva a la entrada de la casa: miles y miles de pintadas que dejan muchos de los que pasan por allí que configuran un peculiar grafitti. Si me puedo permitir el detalle de emitir una opinión, hasta es algo un pelín asquerosillo porque la gente deja notas de amor sujetas con las cosas más inverosímiles, abundando los chicles a medio mascar, las tiritas usadas y hasta los productos higiénicos femeninos.
Llega a límites tales lo de los mensajes, que las paredes ya son paneles que cambian dos veces al año (San Valentín y el 17 de septiembre, el cumpleaños de Julieta) y que se van acumulando de tal manera que está muy avanzada la idea de habilitar un espacio para tener expuestos todos los que se han ido generando a lo largo de los años... con sus chicles y todo.
Superado ese callejón, ya os digo que entre curioso y asqueroso, se llega al amplio patio en el que está el famoso balcón y la estatua de Julieta... y el mogollón de turistas. La segunda peculiaridad: allí mucha gente para sacar la foto del balcón y con la estatua pero a la casa se entra sin problema. Y para vuestro disgusto, sabed que por ese balcón no trepó Romeo y que ni siquiera esta ahí hasta los inicios del siglo XX, cuando se colocó para regocijo de los ya muchos visitantes.
Pero como hasta aquí hemos llegado porque somos unos románticos irredentos y nos encanta la historia de Romeo y Julieta, por trágica que sea, si entramos en la Casa Museo nos encontraremos un lugar en el que se encuentran diversos objetos en exposición y sobre todo, la habitación y los trajes utilizados en el rodaje del 'Romeo y Julieta' de Franco Zeffirelli. Es más, incluso en alguna ocasión se han podido pasar noches ahí.
Por supuesto lo que nos importa es llegar hasta ese balcón, real o no, original o no, pero en el que todo el que entra o se besa con su pareja o se siente Julieta por un momento, con alguien estratégicamente colocado en el atrio para poder sacar la gente mientras otro espera a hacer lo mismo.
Nos queda una última cosa: la estatua bronce realizada por Nereo Costantini en 1969 que nos muestra a una Julieta en pose romántica y melancólica... y que no es la original. La auténtica está dentro de la Casa Museo desde 2014 porque la tradición dice que si le tocas el pecho derecho a la joven volverás a Verona o encontrarás el verdadero amor y estaba ya desgastadita la pobre.
La Casa de Romeo
A muy escasa distancia del Arco Scaligero se encuentra la casa que se cree perteneció a la familia Montesco, la Casa de Romeo. Se sabe que existieron y que vivieron en este vecindario veronés, así que todo el mundo ha aceptado con normalidad que esta sea la casa del amante de trágico final. Es el típico edificio de la edad media y está en un estupendo estado de conservación, casi una fortaleza... pero no se puede visitar por dentro ya que es propiedad privada. La preciosa fachada gótica del siglo XIV tiene un recuerdo para la historia de los dos amantes:
¡Oh! ¿Dónde está Romeo?… Cállate, me he perdido: no estoy aquí y no soy Romeo, Romeo está en otra parte
La Tumba de Julieta
La supuesta Tumba original de Julieta es este sarcófago de mármol rojo está en el antiguo convento de San Francesco al Corso, que es la sede del Museo degli Affreschi, en el interior de una cripta de lo más lúgubre y oscura. Es una visita algo apartada pero que, evidentemente, si estás haciendo el recorrido "Shakespeariano" no queda más remedio que visitar. Además, con tiempo hay alguna pieza interesante dentro del mismo museo, que se recorre con relativa velocidad. Está rodeado de unos jardines tranquilos, así que la visita sí que vale la pena.
La idea de que es el lugar de descanso final de Julieta y su Romeo empezó a surgir en el siglo XVI, gracias a Girolamo dalla Corte, que nombra el sepulcro que se conserva. En el XIX ya había demasiado "turismo" y encima poco respetuoso, que se llevaban fragmentos del mismo, así que a mediados del ese siglo se le dotó de una cierta dignidad y se encerró en su lugar actual. En estos momentos también hay un busto de William Shakespeare, que para algo fue el que encumbró a los dos amantes.
Y como el amor también se monetiza, en el Museo degli Affreschi se puede reservar como Salón de Bodas, pudiendo celebrarla en el claustro del siglo XIII desde el que se accede a la cripta, en un salón decorado con bellos frescos.
Pero Verona es mucho más...
Y aunque este artículo está destinado a seguir los pasos de Romeo y Julieta por Verona, esta preciosa ciudad es muchísimo más y hay que destacar muchas más cosas, empezando por el impresionante Arena de Verona, que él solo ya podría monopolizar cualquier escrito durante horas. Su situación en la Piazza Bra, con todo fluyendo a su alrededor y en un estado de conservación envidiable. Sigue siendo un lugar muy especial en el que disfrutar de óperas y conciertos.
Pero hay mucho más, de lo que os dejo unos pequeños detalles:
- Tres plazas imprescindibles: Piazza Bra, Piazza Delle Erbe y Piazza dei Signori
- El Museo de Castelvecchio y el anexo Puente Scaligero.
- Cada iglesia rivaliza con la siguiente en belleza gótica, pero no puede quedar sin visitarse la Catedral, la Basílica de Santa Anastasia, la Basílica de San Zeno, la Iglesia de San Fermo, la Iglesia de San Giorgetto (San Pietro Martire)...
- El Arco Scaligero y las tumbas Scaligeras.
- El Arco dei Gavi
- Torre dei Lamberti
- El Teatro Romano
Imágenes | Viola del Lesseps