Sin embargo, no sólo hay geografías que recuerdan a seres humanos o partes del cuerpo del ser humano, sino también ciudades enteras que, en conjunto, guardan muchos paralelismos (incluso morfológicos) con un cuerpo humano. Son ciudades que acogen a sus habitantes como si éstos fuesen bacterias que colonizan su interior.
Obviamente, una ciudad no puede representar los 650 músculos del cuerpo de un hombre, ni tampoco los 206 huesos, los tres millones de cabellos, los cientos de kilómetros de venas, los dos metros cuadrados de piel, los once metros de intestino, los cuatro litros de sangre, los órganos, las articulaciones, el cerebro… pero casi.
Aunque todo sea muy simbólico, y guarde cierto parecido con el dibujo pedagógico y bidimensional del interior del cuerpo humano de cualquier libro de texto del colegio, un buen ejemplo de ciudad-cuerpo es Zamosc, en el sudeste de Polonia, que se construyó en función del principio del Renacimiento según el cual el cuerpo humano es un prototipo inspirador.
El centro de la ciudad de Zamosc es el estómago: el Gran Mercado. La iglesia de Santa Catalina se encuentra a un lado, como el corazón. El Palacio Zamoyski es la cabeza. Incluso podemos encontrar el Mercado del Agua, situado aproximadamente en el mismo sitio que los riñones.
Otras ciudades con forma humana
Llegar hasta aquí no es fácil: deberéis viajar hasta el norte de Escocia y, desde allí, tomar un ferry que os lleve hasta estas islas pequeñas y recónditas. Sin embargo, las Orcadas es un excelente lugar para perderse del mundo, para practicar submarinismo entre pecios hundidos de la Segunda Guerra Mundial… y también para visitar la ciudad antigua, concretamente de la Edad de Piedra, mejor conservada del mundo: Skara Brae.
Tal y como señala la mitógrafa Marina Warner, el templo principal de esta ciudad, que otorga forma conceptual a todo el conjunto, adopta la “forma de cincoenrama de un cuerpo femenino esquemático, y la entrada se hace a través del canal del parto.”
Hugh Aldersey-Williams, en su libro Anatomías, menciona otras ciudades y lugares que han sido interpretados como cuerpos humanos:
Maxime du Camp, el amigo de Gustave Flaubert, anatomizó la ciudad de París como un sistema de órganos y sus funciones, mientras que el filósofo socialista Henri de Saint-Simon soñaba con situar un enorme templo con la forma de una mujer en el centro de su París remodelado y utópico. Esta hembra monumental, redentora de su movimiento, tenía que sostener una antorcha en una mano, que iluminara su cara bondadosa, mientras que en la otra sostendría un globo que contendría un teatro entero. Sus ropajes caerían hasta un extenso parque y paseo en el que la gente podría entretenerse en diversiones amables en medio del aroma de las flores de azahar.
Fotos | Wikipedia En Diario del Viajero | La montaña con forma de mujer desnuda, y otras geografías femeninas | Los países bálticos y Polonia: recomendaciones de la casa