El calor empieza a ser sofocante, sin embargo en París podemos estar un poco más frescos si nos damos un chapuzón... en uno de sus canales.
Sí, lo que antaño eran aguas fétidas, sucias y poco salubres, hogaño se han convertido en aguas limpias en las que podemos nadar, en el mismo París y al aire libre.
Piscina pública
Este lunes, la Alcaldesa de París, Anne Hidalgo, inauguró un nuevo recinto de natación al aire libre en el Bassin de la Villette, una cuenca construida para barcazas que une el Canal de l'Ourcq con el Canal Saint-Martin en el noreste de la ciudad.
Las tres piscinas están alimentadas directamente con las aguas del canal, separadas del flujo general del curso de agua solo por filtros de mallas para mantener las hojas y otros objetos fuera.
Hasta trescientas personas en cualquier momento pueden usar las piscinas, aunque éstas solo tienen espacio de guardarropía para ochenta personas.
Localizado en una parte de París que ya es popular como un lugar para pasear cuando hace buen tiempo, los primeros informes sugieren que el agua es realmente agradable, aunque un pequeño residuo de algas verdes hace que una ducha después del baño sea una buena idea.
Conseguir abrir estas piscinas con agua de los canales no ha sido una tarea fácil. La ciudad ha estado trabajando en limpiar las aguas durante décadas. Desde la década de 1980, las reglamentaciones que rigen la escorrentía industrial se han endurecido sustancialmente, mientras que París ha invertido mucho en el tratamiento de aguas residuales y en evitar que las aguas residuales se descarguen en el canal.
Hace dos años, después de una limpieza concertada, los niveles de bacterias cayeron por debajo de los niveles seguros. Mientras tanto, el Canal Saint Martin, que corre río abajo desde la cuenca hasta el Sena, fue completamente drenado y limpiado en 2016, un proceso que envió un poderoso mensaje visual a los parisinos de que la suciedad histórica de la zona estaba siendo eliminada.
Como imaginaréis, no es tarea fácil asegurar que aguas como estas que atraviesan el corazón de una megaciudad de doce millones de personas estén lo suficientemente limpias para bañarse. Con todo, París ha declarado que no se detendrá aquí: para 2024, quiere que el Sena sea apto para nadar.
Sin duda, una razón más para visitar la ciudad de la luz. ¡Al agua patos (sin darles de comer)!