Pero desgraciadamente también hemos hablado de las Galápagos porque está entre los destinos más amenazados del mundo, incluso porque la UNESCO lo añade a su lista de lugares en peligro.
Es debido a este estado de alerta que se buscan medidas para frenar el deterioro de este destino que podría dejar de ser idílico. Hace una semana que el Instituto Nacional Galápagos (INGALA) empezó a cobrar la Tarjeta de Control de Tránsito (TCT) a aquellos visitantes que se dirijan a las Galápagos.
La tarjeta es requisito obligatorio e imprescindible para entrar en las Islas, y se pretende que la tasa que se empieza a cobrar se convierta en herramienta para mejorar las condiciones de conservación de las Islas.
El cobro, de 10 dólares (unos 6 euros y medio), se realiza en los stands del INGALA ubicados en los aeropuertos de Quito y Guayaquil. Se pretende de este modo un mayor control en el acceso a las Islas, tanto de turistas como de cualquier otro visitante que entre en la provincia de Galápagos.
Pero lo que mejor me parece es que se invierta todos esos beneficios en el cuidado y protección del patrimonio de estas Islas, de valor incalculable. Al fin y al cabo son menos de 7 euros que prácticamente pasan desapercibidos, comparados con el desembolso que supone vuelo u hotel, y merece la pena sobradamente si ayudan a conservar las Galápagos.
Vía | Expreso Sitio Oficial | INGALA Más información | Vive Ecuador