Es bastante variada la batería de recursos para evitar el jet-lag. Hemos hablado en el blog de toda clase de trucos para evitarlo, desde píldoras, tabletas homeopáticas masticables, hasta gafas con LED y el ayuno como posible solución al desajuste biológico que se produce en el organismo en viajes largos.
Lo último que se ha conocido para luchar contra el jet-lag es un antioxidante, el pycnogenol, un extracto de la corteza de una variedad de pino, el Pinuspinaster Ait, que crece en el sur de Francia a las orillas del mar mediterráneo.
Según un estudio realizado por investigadores italianos, tomar pycnogenol produce una mejora de hasta un 50% en los síntomas de irritabilidad, conductas irracionales, alteración en el rendimiento intelectual, alteración del sueño, incluso pequeñas alteraciones de la memoria.
Soy de las que creen que no hay nada mejor que una buena siesta para combatir el jet-lag, sin embrago el descubrimiento de este nuevo producto viene a incrementar la batería de remedios para intentar regular el reloj interno.
Vía | Arrebatadora