A unos 1.125 kilómetros de la frontera con los Estados Unidos la comunidad indígena hahu organiza en Parque EcoAlberto para los turistas travesías simuladas del Rio Bravo, mientras son perseguidos por la Patrulla Fronteriza.
Videocámara en mano, los participantes, que pagan unos 150 dólares cada uno, son alentados a burlarse de la patrulla y alcanzar el otro lado de la frontera. "Crucen la frontera como si fuera un deporte extremo", dice la publicidad de dicha atracción.
Tienen que escalar muros, ocultarse en túneles, viajar en furgonetas de carga, y atravesar un maizal, entre otras "aventuras". Finalmente son llevados, con los ojos vendados, hasta un lugar sagrado donde los hahu les piden que reflexionen sobre sus vidas. Así lo describen en el sitio web del parque:
Cae la noche y comienza la caminata. Desde el principio se oyen voces que dicen “¡Apúrate!, “¡Apaguen las luces cabrones!” Y empiezas a preguntarte si el juego va en serio. El recorrido te lleva a través de lugares misteriosos: ahuehuetes llenos de historias, cerros que forman figuras a lo lejos... Cuando ya estás inmerso en esos espacios mágicos, una luz intensa aparece amenazante y desalentadora, signo de que la migra anda cerca y que tus “sueños” están a punto de irse al carajo. Obscuridad total, la adrenalina comienza a hacer efecto, la combinación de correr a través de terrenos llenos de obstáculos y la persecución sin mas ayuda que la un “pollero” resulta intensa y desconcertante. Pero una vez aceptado el reto no te puedes echar para atrás. En ese momento, la idea de que este juego es en serio es la única certeza que tienes. Lo único que importa es llegar, pero el camino no es amable, a veces, demasiado para tus capacidades físicas. Cualquier titubeo, incluso tomarte un respiro, podría ocasionar que el viaje concluya en manos de la migra.
En fin, si quieren ponerse en la piel de un inmigrante ilegal, ya saben donde pueden hacerlo por unos pocos dólares.
Vía | Yucatan Sitio Oficial | Parque EcoAlberto