Era sólo un rumor, que el viernes pasado se ha convertido en realidad cuando el presidente Bush aprobó una nueva ley según la cual los europeos que viajen por negocios provenientes de los países que no necesitan visado, incluidos los españoles, estarán obligados a notificar por Internet los detalles de su viaje 48 horas antes de la partida de su vuelo, una especie de permiso de entrada electrónico.
El objetivo, como el de todas las medidas tomadas en este sentido por el gobierno estadounidense a partir del 11S, es reforzar los controles de las personas que entran al país, pero si tenemos en cuenta que hasta tendrán datos sobre la orientación sexual de los pasajeros, los extranjeros acabarán desistiendo de viajar, como ya viene sucediendo, y lo que es peor, también de hacer negocios en el país.
A los viajeros de negocios no les hará ninguna gracia, especialmente en esos casos de emergencia en los que los viajes surgen de un día para el otro, o directamente de un momento a otro.
La Comunidad Europea ya ha expresado su preocupación al respecto, pero todavía no ha abierto oficialmente la boca.
Vía | MSNBC En Diario del Viajero | Estados Unidos y el permiso de entrada electrónico