Era la crónica de una muerte anunciada: la Catedral de Christchurch será "desmontada" debido a los daños ocasionados por el terremoto que azotó la ciudad el año pasado. El mismo que provocó la muerte de 185 personas y cuyos efectos aún son visibles en unas calles que día tras día se esfuerzan por recuperar el esplendor de antaño.
Sin ser realmente espectacular ni antigua (apenas cuenta con 131 años de historia a sus espaldas) la Catedral de Christchurch se había convertido en el icono de la ciudad más importante de la Isla Sur de Nueva Zelanda y un punto de reunión no sólo de los fieles anglicanos, sino de todos los turistas que acudían a fotografiarla.
A lo largo de su historia el templo había sobrevivido a cinco terremotos, pero el del pasado 22 de febrero de 2011 pudo definitivamente con ella: su torre se derrumbó, y aunque el resto del edificio permaneció en pie, apenas cuatro meses después otro seismo se llevó por delante el rosetón de su pared oeste, poniendo de manifiesto que el edificio era un peligro para los viandantes.
A día de hoy la idea es desmontar el edificio hasta dejarlo a una altura de dos o tres metros, pero no se descarta la posibilidad de demolerlo por completo. En su lugar se planea construir otra catedral que podría incorporar piedras de la actual, o una réplica cuyo coste ascendería a los 62 millones de euros.
Foto | Geof Wilson Vía | El Mundo En Diario del Viajero | El fiordo de Milford Sound, una maravilla de Nueva Zelanda, Milford Highway: carretera al fiordo más famoso de Nueva Zelanda