Fueron 19 pasajeros los que recorrieron los 3.400 kilómetros que separan Hobart, capital de Tasmania, de la estación de Casey de la Antártida. Hasta ahora el viaje se realizaba en barco, a través del Océano del Sur, y duraba unas dos semanas. Ahora el mismo trayecto se realiza en 4 horas y media.
Lo cierto es que este vuelo histórico se ha inaugurado con pasajeros científicos, y de momento ése será su fin: el avión no transportará turistas. Pero tiempo al tiempo, que la Antártida es un gran fascinante desconocido y deseado. No se convertirá en un destino masivo, ni barato, pero si han creado un avión capaz de aterrizar en su superficie helada, crearán más para disfrute de unos pocos y ricos privilegiados.
Aquí podéis ver un vídeo del espectacular aterrizaje sobre la pista de hielo, por cierto, no una pista natural: ha sido excavada por 8 miembros de la División científica Australia-Antártida.
Vía | El País