¿ Imprevisión o burla ?

Hace apenas unos días publicábamos un post que llamó la atención de más de uno: 80 minutos para reservar en un hotel de lujo por 13 euros

Como podrán ver allí, se trataba de una promoción de la cadena de hoteles de lujo The Leading Hotels of the World que, para festejar sus primeros 80 años daría un margen de 80 minutos para reservar por una tarifa irrisoria el alojamiento en ciertos establecimientos escogidos de su cadena.

Ello se haría el 01 de octubre y para participar de la "carrera" había que pre-inscribirse antes en su página web.

Bien. Llegó el 01 de octubre y ....

Quienes llenos de ilusión esperaron el momento justo, pusieron el despertador y la alarma del móvil para no olvidarse, se sentaron frente al ordenador soñando ya con su estadía en un hotel de lujo.... se vieron defraudados.

Parece ser que el servidor no pudo con semejante desafío. Unas 150.000 personas se habían registrado, pero técnicamente no podían abastecer tal demanda de tráfico.

¿No lo habían previsto? ¿No sabían cuánta gente se iba pre-registrando? ¿Hubo de llegar el 01 de octubre para que nos enteráramos a través de una compungida carta del presidente de la cadena que no podían cumpkir con lo prometido? Nos dicen que volverán a intentarlo en unos días, que nos avisarán, que harán lo imposible para volver a" ganar nuestra confianza".

Alguien decía: "No hay segunda oportunidad para una primera impresión".

Los viajeros "enganchados" y desilusionados, ¿darán una segunda oportunidad ?

No puedo creer que una empresa grande y organizada como ésta, donde se supone que tienen un equipo de personas encargadas del marketing, de cuidar al cliente haya cometido un error así.

Un empresa que entre sus activos tiene seguramente la satisfacción y confianza del cliente, no puede rematarlas tan fácilmente. Me dirán que, la mayoría de los pre-inscriptos son clientes "potenciales" que no reales. Que tal vez muchos sólo tenían la posibilidad de dormir en uno de esos hoteles con una promoción así. Es verdad.

Pero "ampliar la base" de clientes, sembrar el gusto por un servicio de calidad como el suyo, era seguramente uno de los objetivos de esta promoción fallida.

Tal vez, si alguna vez tengo la posibilidad de pagar lo que cuestan esos hoteles, decida no hacerlo, recordando esta oportunidad en que sentí que me tomaban el pelo.

Más | Albert Barra: Una lujosa metedura de pata

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