Por la módica suma de 1.600 dólares (algo así como unos 1.300 euros) podrán cruzar el Pasaje de Drake y asomarse a los hielos antárticos. La excursión opcional sale casi tanto como todo el crucero.
Claro, desde el aire no es lo mismo. Los pingüinos son sólo puntitos. Pero la inmensidad helada se ve a pleno. El vuelo incluye un detallado relato de todo lo que se va viendo por las ventanillas.
¿Qué viene ahora? ¿Antártida: centro comercial?
Vía | Chicago tribune
Diario del Viajero | Antartida