Prat 18.30 de la tarde, en la Terminal B un nutrido grupo de personas hacían cola en las oficinas de venta de billetes de Iberia, las caras de crispación, los gritos y lamentos de sudorosos y maltratados usuarios, me hacían temer lo peor.
Falsa alarma, obtuve mi tarjeta de embarque y tenía mi hora de salida ya fijada, miré hacia atrás mientras subía las escaleras mecánicas y pensé "pobre gente", nubes negras se cernían también sobre mí y yo sin saberlo. Haciendo tiempo en una cafetería, leyendo un libro y mirando los monitores informativos de cuando en cuando, de repente, puede ver claramente en mi número de vuelo, el Ib1398 o algo así, un mensaje que decía "retrasado". Como un resorte fuí a un puesto de información y el chico allí me dijo "será mejor que vuelvas a facturación y consultes porque puede que te lo cancelen". Música de suspense.Chin Chin ,tino nino nino.
Bajo a facturación y la cosa que se complicaba, me puse a la cola, y puede oler mejor el aroma a miedo pues " no quedaban hoteles libres en Barcelona" oí mencionar; muchos extranjeros de todas nacionalidades, desencajados, buscaban una respuesta a una situación que no entendían muy bien. De repente una "trabajadora de Iberia", abandonó su puesto y se enfrentó a un chico que portaba una cámara, textualmente le dijo "aquí no tomes fotos, EXTRANJERO DE MIERDA". Patético. Para más señas os puedo decir que el chico parecía italiano y vestía bien, no me puedo imaginar lo que esta tolerante señora habría dicho a otro tipo de usuario. Esta misma señora, vista el marrón que le había caído, decidió tomarse la cosa a coña, y antre las típicas dudas planteadas, "¿saldrá mi vuelo? ¿me pagarán el hotel?, ella se limitaba a decir que NO, ni se pagaba hotel ni nada, pero que los vuelos saldrían, "al día siguiente", todo esto con una sonrisa cínica como si la cosa tuviera mucha gracias; al lado un señor decía que tenía que tomar su medicación y se le notaba nervioso, otro señor quería un hotel en Barcelona y la cosa pintaba fea. La nueva normativa de la Unión Europea parece que sirve de poco.
Por fin mi turno, mi vuelo no se sabía si saldría, pero me daban un asiento en el vuelo del día siguiente, por si acaso...así que, de nuevo arriba, a esperar por una hora, a ver qué pasa; por cierto ¿recordáis que había el lunes a las 9? España contra Túnez, a esas alturas, hasta me daba igual. Eran ya las 9 y esperando la hora de un vuelo que debía salir a las 20.00, comenzó el partido y todos nos concentramos en los televisores que había en la sala.
Túnez marca el 1-0, ¡hay días que mejor...! De repente, un aviso, el vuelo a Alicante se embarca por fin, a las 21.40, mientras hacemos cola miramos de reojo a ver si España marca.Nada. Una vez dentro, los problemas se suceden, faltan 20 pasajeros por embarcar, la gente del avión empieza a reirse, nos pitorreamos de la situación, y una azafata pregunta por el sr. Rodríguez, medio pasaje dijo"Yo soy el sr. Rodríguez" como si aquello fuera la peli de Espartaco. ¿Cómo va España? dijo alguien por ahí sin que nadie le respondiera la duda.
Al final salimos 20 minutos después, así que llegamos a Alicante a las tantas. España había ganado 3-1. Iberia había perdido unos cuantos clientes.
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