Un estudio elaborado por la agencia de Naciones Unidas determina que las trombosis relacionadas con los vuelos en avión se han incrementado en los últimos años.
Ello es consecuencia tanto al aumento de los viajes largos, como a la propensión de cada vez más pasajeros a padecer complicaciones circulatorias. Los factores de riesgo asociados al síndrome son el sobrepeso, una estatura excesivamente alta o baja, la ingesta de anticonceptivos orales, los traumatismos recientes, las extremidades varicosas o el cáncer. El 77% de los afectados presentaba alguno de estos factores.
Ser considera que un viaje largo puede comenzar a partir de las 4 horas, y el síndrome puede darse en viajes largos en avión, coche, tren o autobús, donde es complicado moverse. Es bueno recordar algunos consejos para evitar este síndrome, como realizar algunos ejercicios a bordo del avión.
Ciertas actividades requieren levantarse, pero para otras no es necesario, por lo que también podremos realizarlas en los trayectos largos en coche (siempre mejor parar a descansar y caminar) o en el autobús.
El síndrome es debido a que la inmovilización durante un tiempo prolongado de los miembros inferiores puede provocar episodios de dificultad respiratoria, dolor torácico y malestar, provocado por un cuadro tromboembólico venoso que si se complica puede llevar a graves consecuencias, incluso la muerte en casos extremos.
Vía | Diario Sur En Diario del viajero | Sobre el síndrome de la clase turista En Diario del viajero | Gimnasia a bordo: algunos ejercicios para hacer en el avión En Diario del viajero | Cojín inteligente para el asiento del avión