Las autoridades de la ciudad que regula el movimiento de los aeropuertos, han querido celebrar con este golpe de marketing, que la industria turística neoyorkina se ha repuesto después de la tragedia del 11S.
La señorita Liang Chen (la afortunada), a su llegada desde Hong Kong, vió inesperadamente su cara en las televisiones americanas y recibió billetes aéreos, pases a museos, tickets para teatros de Broadway, noches de hotel y hasta entradas para ver a los Mets y una manzana de cristal de Tiffany.
Más allá de la anécdota, es bueno saber que la vida sigue. Y que el turismo, que da trabajo a miles de personas en New York se repone. Esperemos que otros destinos, con menos caja para tanto regalo, puedan decir lo mismo: el Líbano, por ejemplo.
Via | Seattle Times