El año pasado, más de medio millón de españoles eligieron un crucero a la hora de disfrutar de sus vacaciones. Las previsiones apuntan a que esta cifra crecerá en los próximos años. Viajar con todo siempre incluido, como ofrece Pullmantur —controlando el gasto y evitando sorpresas —, mientras se visitan distintos países son algunas de las razones por las que cada vez más gente escoge esta forma de disfrutar de sus días de descanso. Los que lo hacen en familia, además, creen que puede resultar una experiencia muy educativa para los niños.
Ellos, los más pequeños de la casa, también tienen su opinión sobre este tipo de viajes. Hemos preguntado a cuatro niños cómo fue su experiencia y todos coinciden en que no dudarían en repetir. ¡Y no es la única coincidencia!
Diversión todo el día
Eva y Darío son hermanos. Disfrutaron de su primer crucero con siete y diez años, respectivamente. A él lo que más le gustó fue el barco: “Es muy chulo, lo que más me gustaba era pasear por él viendo todo lo que tiene, marionetas, teatro y las actuaciones que hay todas las noches…”. A Eva, por su parte, le encantó bañarse en la piscina, estar todo el tiempo cambiando y yendo de un sitio para otro, sin tiempo para aburrirse, aunque reconoce que “lo que más me gustaba, lo que más, era ver las gaviotas y delfines que seguían al barco y lo grande que es el mar”, enfatiza al hacer memoria.
En los cruceros de Pullmantur hay propuestas pensadas específicamente para los más pequeños, incluyendo un teatro de marionetas, un espectáculo de burbujas y magia, y una original puesta en escena del relato de El mago de Oz con cuentacuentos y música en directo.
La diversión y el entretenimiento forman parte del plan de cualquier niño, sobre todo cuando está de vacaciones. Los talleres con sus temáticas preferidas, como los de cocina o manualidades; los juegos, como las gymkanas, donde se relacionan con otros niños; o disfrutar de su película favorita son toda una experiencia para ellos.
Sofía también tenía siete años cuando se fue de vacaciones en un crucero con sus padres. “Pasado el crucero, nuestra hija no paraba de contar a todo el mundo que había estado en un montón de países, y los enumeraba, porque el barco pasó por varios, aunque no atracamos en todos”. Explorar nuevos lugares y conocer ciudades diferentes tampoco es algo que hayan olvidado Eva y Darío. Las excursiones en cada puerto, con rutas que Pullmantur diseña adaptadas a este público, se convierten en un buen momento para hacer nuevos descubrimiento en familia.
Nuevas amistades y menús al gusto
Oier, con nueve años, disfrutó de todo esto y, además, de las amistades que hizo en el espacio Trotanautas durante sus vacaciones. “Podía estar con mis amigos jugando todo el día. Mis actividades favoritas eran las fiestas que celebraban después de cenar con los trotanautas y las que hacía con los monitores”.
Un tipo de diversión muy apreciada por niños y jóvenes que tienen muy en cuenta en Pullmantur. En el espacio Trotanautas de sus cruceros se organizan talleres y juegos variados para niños de hasta 11 años, mientras que The Factory es un lugar de reunión para los jóvenes hasta 17 años. "Está bien tener un lugar de reunión que te permita jugar al futbolín, a algún videojuego o crear música, pero sobre todo conocer a gente de tu edad con la que empezarás a planear cosas juntos; por ejemplo, comer en el bufé, ir a la discoteca, darse un baño", comenta Laura, una joven que meses después de hacer el crucero todavía tiene contacto con los amigos que hizo durante una travesía por el Mediterráneo.
Ninguno de los cuatro pequeños pierde ocasión de mencionar que lo más les gustó de su habitación fueron las vistas. “Desde el balcón podía ver el mar y cómo navegaba el barco”, recalca Eva. En los cruceros de Pullmantur se puede elegir entre un camarote familiar o conectar varias habitaciones. Algo que los más jóvenes agradecen para mantener cierta independencia.
Tampoco pasan por alto lo divertido que es comer en el bufé. “Me gustaba todo; había mucho entre lo que elegir”, dice Sofía. “Para desayunar, tienes un montón de clases de bollos, tostadas, cereales, zumos, frutas... También estaban muy bien las cenas con platos muy ricos”, recuerdan los hermanos Eva y Darío.
Toda esta experiencia se puede vivir en Gastrolab, la plataforma gastronómica de Pullmantur al frente de la cual está el chef con tres estrellas Michelin Jordi Cruz, y en donde cuidan al máximo que la comida sea variada y con un inconfundible toque español.
Por esto, y por todo lo anterior, Darío, Eva, Oier y Sofía pasarían sus próximas vacaciones en un crucero. Y animan a otros niños –y a sus padres– a apuntarse a la aventura: “Hay muchas actividades, piscina y una comida muy rica”, enumera Oier. Pero, sobre todo, afirma Sofía, “es una experiencia muy divertida y hay muchas cosas que hacer”.
Imágenes: Pullmantur