Hace unas semanas tuve ocasión de visitar el único Museo de los Aromas que existe en Europa, un museo interactivo en el que podemos aprender mucho sobre el olfato, y descubrir en entretenidos paneles nuestro dominio de ese importante sentido.
Aunque nuestro sentido del gusto solamente es capaz de distinguir cinco sabores, -dulce, salado, ácido, amargo y umami- nuestro olfato puede distinguir multitud de aromas diferentes que son los responsables de hacernos gozar con la cocina, los perfumes, y avisarnos de situaciones peligrosas, evitar que nos envenenemos, etc.
El Museo de los Aromas en Santa Cruz de la Salceda, Burgos
Es el primer y único museo de este tipo existente en España y también es único en Europa y está dedicado a los aromas en general y el olfato, el más desconocido de nuestros sentidos. Además de exponer diferentes aromas, permite ejercitar la memoria olfativa, una de las más potentes que tiene nuestro cerebro, al tratar de identificar los distintos aromas capturados en pequeñas ventanitas para acercar la nariz y tratar de recordar qué olor encierran.
En consecuencia, además de ser una actividad didáctica interesante e importante, también supone una divertida actividad lúdica de la que nadie sale descontento. Una visita al Museo de los aromas, permite ejercitarse y descubrir todo tipo de aromas, de la infancia, del placer, de la religión, y hasta de la basura... hasta un total de 92 aromas diferentes.
El Museo está ubicado en Santa Cruz de la Salceda, una población situada al sur de la provincia de Burgos, en la zona de la Ribera del Duero. Por eso es natural que alguno de los aromas que ofrece este Museo estén relacionados con las bodegas, el vino y las maderas de los barriles.
También están presentes como no podía ser de otra manera, los aromas de la cocina, de alimentos y especias, de pucheros y cafeteras, todo ello en maquetas y dioramas de tamaño natural en los que podemos olfatear distintos elementos y tratar de averiguar los aromas que esconden.
En el Museo de los Aromas también hay un espacio dedicado a esos olores que nos evocan recuerdos, los aromas del colegio, el olor de la pizarra, de la goma de borrar o de la tinta, o los aromas de la Iglesia, como el incienso, la mirra o el sándalo, todos ellos presentes en algunos de los dispositivos en los que los distintos aromas se guardan.
El olor del médico, el alcohol y las medicinas o el olor de los productos químicos como el amoniaco o la lejía, también están presentes, ya que el olfato es además de órgano sensitivo para el placer, y por supuesto un órgano importante en el aspecto preventivo, para evitarnos beber productos venenosos o nocivos.
En este curioso espacio, también la basura y los desperdicios están presentes, ya que su olor es inconfundible y es una de las secciones en las que más se detiene todo el mundo. Será por morbo o por autocomprobación, pero todos se detienen a oler los olores nauseabundos y a comprobar su realismo.
En resumen, una visita al Museo de los Aromas de Santa Cruz de la Salceda en la provincia de Burgos es una experiencia interesante y satisfactoria, tanto para los adultos como para los niños, que sin duda se divertirán mucho tratando de reconocer los olores que en el Museo se ofrecen a los visitantes.
El Museo está abierto los viernes por la tarde, los sábados y los domingos en horario de mañana y tarde y tiene un precio de 2,5€ para niños de entre 6 y 12 años y de 6€ para los adultos y niños mayores de 12 años, existiendo tarifas de 3,5€ para grupos. El precio incluye la visita guiada y las explicaciones.