Por esa razón, quiero haceros partícipes de las siguientes estatuas. No son obras históricas, no son monumentos arquitectónicos especiales desde un punto de vista técnico. Pero son lo más. Es decir, lo más grande que veréis. Y encima las veréis en la vereda de las carreteras estadounidenses. Lo cual no es extraño: la red de carreteras del país es la más grande del mundo, ¿por qué no íbamos a encontrar lo más de lo más allí aunque esté cubierto de una pátina kitch?
El pingüino gigante
Es un pueblo pequeño y aislado, de apenas tres mil habitantes, pero en él se levante el pingüino más grande que podréis ver jamás. La escultura tiene cinco toneladas y mide nueve metros de altura.
La abeja gigante
La vaca y el búfalo gigante
El pez gigante
El pez de marras es un lucio de más de 40 metros de largo y 12 de alto.
Criaturas metálicas en movimiento
Si queréis contemplar otras criaturas metálicas, en ocasiones difíciles de definir, entonces lo mejor es dirigir el viaje hacia el estado de Washington, en la isla Orcas, donde encontramos el parque de esculturas gigantes de Anthony Howe. Podéis ver algunos ejemplos en el siguiente vídeo:
Bonus Track
Finalmente, si os habéis quedado con ganas de más, os emplazo a echar un vistazo al post que escribimos sobre otra escultura gigante de otro animal muy conocido por todos nosotros: el ser humano. Está en el Farmer´s Museum de Cooperstown, en Nueva York. En realidad, en su tiempo se vendió como un gigante de piedra fidedigno. Ahora sabemos que todo fue un fraude. Si en vez del original nos apetece visitar la copia, también podéis hacerlo. Pero en otro museo: en el Marvin´s Marvelous Mechanical Museum, en 31005 Orchard Lake Rd, Farmington Hills, Detroit.
Vía | Fronteras
Fotos | Coolcaesar