Un proyecto que, finalmente, se ve plasmado en el edificio que se alza en la calle Matucana esquina de Catedral de la capital del país y que, como dicen desde el Gobierno, “estará dirigido a toda la sociedad y con el objetivo de dar visibilidad a las violaciones de los derechos humanos ocurridas entre 1973 y 1990”.
De este modo, y para cumplir con su fin, el Museo cuenta con gran cantidad de información, objetos y documentos que incluyen colecciones en diversos formatos y soportes pertenecientes a organizaciones de derechos humanos de Chile y el extranjero, organizaciones de víctimas y familiares y colecciones personales.
Además, el establecimiento contará con un muy completo archivo documental, testimonios orales y escritos, documentos jurídicos, cartas, relatos, producción literaria, material de prensa escrita, audiovisual y radial, largometrajes, material histórico y fotografías documentales, así como objetos, cartas y dibujos pertenecientes a los prisioneros que poblaron los centros de detención de la época.
En tanto, además de los elementos expuestos y los documentos informativos, en el Museo de la Memoria se realizarán exhibiciones itinerantes, ciclos de cine, obras de teatro, charlas y conferencias.
Todo ello en el flamante edificio de más de 5000 metros cuadrados que buscará preservar la memoria de chilenos y extranjeros. Para no olvidar jamás un capítulo negro de la historia de aquel país en el que el saldo negativo habla de 3.195 muertos y 30.000 torturados.
Vía | Clarín Más información | Chile Bicentenario En Diario del Viajero | Berlín: Millones de visitas al monumento del Holocausto