El tema nuclear vuelve a estar desgraciadamente de actualidad en Japón. En este sentido, uno de los lugares más sensibles a esta situación es el Parque Conmemorativo de la Paz de Hiroshima.
El Heiwa-kōen de Hiroshima, más conocido como el Parque Conmemorativo de la Paz, no tiene pérdida. Desde la Cúpula Genbaku lo veréis fácilmente y está muy bien indicado por ser uno de los lugares más célebres de Hiroshima.
En este lugar hay muchos monumentos en honor de las personas que fallecieron a causa de la primera bomba atómica de la historia que explotó sobre población civil.
El más célebre de estos lugares es el cenotafio en el que están registrados los nombres de todas las víctimas de la bomba y donde se puede ver la Llama de la Paz.
Desgraciadamente, la lista de víctimas sigue aumentando, pues además de las muertes directas de la explosión, sus consecuencias fueron devastadoras para las generaciones venideras por culpa de la radiactividad.
Otro rincón conmovedor de este parque es el monumento de la Paz de los Niños, popularmente reconocido como la Campana de la Paz. La historia que inspiró este monumento es la de Sadako Sasaki, una pequeña niña japonesa que enfermó de leucemia a causa de la bomba atómica.
Una leyenda japonesa reza que si alguien es capaz de crear mil grullas de papel se cumplirá el deseo que pidas. Sadako falleció a causa de su enfermedad sin conseguirlo, pero sus compañeros lo lograron por ella convirtiéndose en un mito.
En el Parque Conmemorativo de la Paz de Hiroshima existe un tercer monumento dedicado a los coreanos que trabajaban de forma forzada en las fábricas japonesas. Se cree que una de cada diez víctimas de la bomba atómica fueron coreanas.
Imagen | Pau En Diario del viajero | La Cúpula Genbaku: la huella de la tragedia de Hiroshima, Itinerario recomendado para un viaje de dos semanas a Japón