Al norte de Italia, Brescia nació en un terreno irregular, rocoso, en el que destaca el monte Cidneo de 243 metros de altura, pegado a la ciudad. Y en lo alto, el Castillo de Brescia, "el halcón de Italia", nos depara las mejores vistas del entorno, con la torre Mirabella dominando el perfil de la colina y el castillo.
Muy cerca del lago di Garda, después de nuestro paseo por Sirmione decidimos parar en Brescia, empezando por su castillo, en la parte más alta de la ciudad. Se puede acceder en coche hasta la entrada del castillo, donde hay una explanada para aparcar junto a un lugar ideal para tomar un café o un gelato a la sombra de los árboles, justo ante las murallas del castillo.
Cuentan que el castillo fue denominado por el escritor Gabriele D'Annunzio "Falco d'Italia" por su posición elevada, desde la que "otea" la ciudad y todo el entorno. No es de extrañar que a lo largo de la historia haya sido escenario de importancia estratégica, con un alto valor defensivo.
También ha sido zoológico, lugar de novillos para estudiantes, escondite para enamorados (probablemente lo siga siendo) y ahora un rincón de recreo excelente, con amplias zonas recreativas, para pasear solos o en familia, para hacer deporte o para una visita cultural, y frecuentado tanto por los ciudadanos de Brescia como por los viajeros.
Las laderas del cerro Cidneo, antiguamente despejadas para poder avistar a los enemigos, fueron completamente modificadas a fines del siglo XIX creando avenidas arboladas y adornándolas con monumentos, de modo que se puede subir desde el centro urbano en un agradable paseo si tenemos el tiempo suficiente.
El conjunto se levanta sobre los restos de un gran templo romano y en él nos paseamos entre torres, puentes levadizos, cañones, museos, miradores y hasta maquetas de trenes.
El castillo de Brescia es una de las fortalezas más amplias y mejor conservadas de Italia, uno de los más amplios complejos fortificados con sus casi 75000 metros cuadrados rodeados por el cerco de la muralla exterior, de origen veneciano, con sus terraplenes, muros defensivos inclinados y majestuosos bastiones realizados durante la mitad del siglo XVI. Aunque su origen va mucho más atrás en el tiempo.
Cuando nos internamos en el castillo viajamos por varias épocas, desde la arquitectura militar del siglo XVI (inicio del período de la dominación véneta) hasta la del siglo XIX (período de la ocupación austríaca) o internándonos en el castillo podemos ver la muralla medieval tardía o la Torre del Homenaje realizada por los Visconti de Milán (primera mitad del siglo XIV).
El monumental portal de entrada se remonta al siglo XVI y en él podemos observar el León de San Marco, emblema de la República de Venecia que dominó la ciudad durante más de cuatro siglos.
Debajo del edificio conocido como “Mastio Visconteo” se pueden admirar los restos de una escalinata del antiguo Templo que en la época romana ocupaba la cumbre de la colina. Pero no es lo único a contemplar en el “Mastio Visconteo”.
Los museos del castillo de Brescia
En el torreón de los Visconti tiene su sede el Museo de Armas Luigi Marzoli, una de las colecciones europeas más ricas de armas blancas, de fuego y armaduras de los siglos XV y XVI. También en el "Miglio Grande" podemos visitar el Museo del Risorgimento, con una colección principalmente de pinturas, documentos y otras piezas artísticas como testimonio de la Brescia de esa época.
La visita a estos museos es de pago (cuesta 4 euros el billete completo, existen distintos descuentos y días gratuitos excepcionales por la celebración de distintos eventos).
Además, es posible visitar las torres y mazmorras del castillo con la Asociación Espeleológica de Brescia (reserva previa) y también hay un observatorio astronómico.
Pero aun sin entrar en estos interesantes lugares, merece la pena pasear por el parque público del castillo y disfrutar de las vistas que, desde distintos puntos estratégicos, nos regala esta colina. Además, son muy agradables las zonas ajardinadas y el espacio de parque infantil que hacen las delicias de los pequeños.
La visión de Brescia desde la colina nos invita a reconocer los monumentos más sobresalientes que descubriremos a continuación, cuando dejemos atrás el castillo y nos adentremos en la ciudad.
La entrada al castillo de Brescia es gratuita y bien merece la pena en nuestra visita a la ciudad. No olvides consultar la agenda de actividades porque suelen hacer interesantes exposiciones, música o cine al aire libre en verano... Un aliciente más junto al espectáculo panorámico que supone asomarnos a él.
Más información | Turismo Brescia, Brescia Musei
Fotos | * Ivan Zanotti Photo *, Pedro y Pedro en Flickr-CC y Eva Paris
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