Dyrhólaey es un capricho natural de Islandia digno de las mejores postales viajeras. Es uno de esas maravillas de la naturaleza que hacen de este paisaje un lugar único y muy fotogénico.
Además, Dyrhólaey es un lugar que no está demasiado frecuentado por turistas. Está situado en el sur de Islandia, muy cerca de las playas de Vík y los Reynisdrangur. La gente suele ver estos "trolls de piedra" y luego pasa de largo. Craso error.
Lo que hace tan especial a Dyrhólaey es una formación rocosa, de unos 120 metros de longitud, y que tiene un curioso arco bajo creado por la erosión marina de forma natural.
Se puede pasear por esta formación rocosa y desde allí tendréis unas vistas increíbles de un faro, las playas de arena negra y los acantilados. Desde Dyrhólaey también se puede contemplar Vík y sus célebres Reynisdrangur.
El contraste de colores que te ofrece esta maravilla es muy interesante. Compiten los distintos tonos de azules, negros, lavas y verdes, que conforman una estampa de lo más pintoresca.
Si tenéis pensado viajar a este fantástico país, reservad unas horas para contemplar la belleza desgarradora de Dyrhólaey, un capricho natural de Islandia.
Imagen | Ómar Smith En Diario del viajero | Las playas de arena negra y los Reynisdrangur de Vík (Islandia), Skógafoss, una de las bellezas naturales de Islandia