A lo Chanquete, en Verano Azul, pero al revés: así son las casas de Equihen Plage, un puñado de viviendas que en realidad son cascos de barco vueltos del revés.
Los cascos están pintados y decorados y hasta disponen de sus propias puertas así que, si no vas sobre aviso, quizá incluso pasa desapercibido que te encuentras frente a cascos de barcos volteados, pues las viviendas parecen diseños modernos inspirados en una suerte de ballena.
Equihen Plage
Equihen Plage es uno de los pueblos costeros más originales del mundo y se encuentra en Francia. Concretamente en las costas de Picardía, a unos 20 kilómetros al sur de Calais.
Como hemos dicho, a primera vista parece que el pueblo es una mezcla de Hobbitón, de El señor de los anillos, en el que las viviendas son diseños arquitectónicos inspirados en ballenas o tiburones (que la quillas esten apuntando hacia el cielo, cual aleta dorsal, contribuye a este efecto visual).
Visitar este pueblecito en las costas del Canal de La Mancha, pues, es como transportarse a otro mundo. Pero ¿cuál es la razón? ¿Había déficit de ladrillos? ¿Los habitantes adoran los barcos?
Para la explicación hay que remontarse a principios del siglo XX, cuando esta localidad era un pueblecito de pescadores que vivía de lo que daba el mar. Sin embargo, todos sabemos que el oleaje y las condiciones meteorológicas de esta región son ateradoras. Por ello, muchos barcos terminaban arrastrados metros y metros tierra adentro, quedando muchas veces volteadas o inutilizados.
Así nació la tradición de las “quilles en l’air”, que sirvieron primero como vivienda improvisada para los menos pudientes y después como pintorescos alojamientos para los turistas en el que no falta ningún lujo.
En la actualidad, estas casas (o barcos invertidos) se pueden alquilar en Equihen Plage a partir de 300 euros al mes.