El que estaba llamado a ser el hotel más alto del mundo es hoy una pirámide pétrea sin ventanas que se levanta en Pyongyang, la capital norcoreana.
El hotel Ryugyong, comenzado en los años 80, nunca llegó a terminarse. Son 105 pisos y 330 metros de altura. Hoy, su armazón de cemento se alza tristemente para contemplación de los visitantes atónitos.