El 9 de noviembre de 2019 se celebró el 30 aniversario del desmantelamiento del Muro de Berlín. Esta división rodeaba una parte de la ciudad, separando un enclave del capitalismo occidental de la Alemania Oriental comunista circundante.
Desde entonces, partes del muro se han vendido o distribuido en todo el mundo. Dos losas salpicadas de graffiti llegaron a Singapur en octubre de 2016, un regalo de Alemania para conmemorar los 50 años de relaciones diplomáticas bilaterales.
Universidad Nacional de Singapur
Ahora estos dos fragmentos del Muro de Berlín residen en una colina aislada a las afueras de Tembusu College en la Universidad Nacional de Singapur. Solo se puede llegar a ellos por un pequeño sendero que sube desde la carretera, y no hay señales que indiquen el camino.
En la base posterior de cada losa se pueden encontrar masas de pequeños guijarros, que podrían haber sido colocados allí siguiendo la costumbre japonesa de dejar piedras en tumbas o sitios conmemorativos, tal vez como un recordatorio de aquellos que murieron tratando de atravesar el muro hacia la libertad.
Las losas se ven un poco desgastadas por la mugre del tiempo, astilladas, desvaídas, posiblemente olvidadas. Pero siguen siendo testigos sombríos y silenciosos de la libertad perdida, ganada y aparentemente siempre amenazada.
Foto | Arlene