Existen multitud de entradas al casco antiguo a través de antiguas escalinatas que merece la pena visitar. En cada esquina de Ibla te espera una sorpresa: un detalles esculpido en piedra, una farola ofreciendo un bello colorido dorado a las paredes, una ventana adornada con flores. La vida transcurre lentamente en por las calles de Ibla. Uno puede agarrar el mapa y realizar un circuito por el Palacio de la Cancellería (un magnífico ejemplo de edificio barroco), la iglesia de Santa María dell'Idria, la iglesia del Purgatorio, la catedral, el palacio de Arezzi, el palacio de Donnafugata y un buen número de lugares de interés arquitectónico por la ciudad. En la oficina de turismo os podéis agenciar con una guía en castellano que ofrece los puntos de interés para el visitante.
La catedral se halla al final de la calle principal de Ragusa Ibla. Está dirgida hacia un lado debido a que la familia noble que vivía a su lado opuesto se negó a pagar las obras. El edificio barroco preside la ciudad y se trata de uno de los edificios más importantes del barroco siciliano.
Merece también la pena subir a la Ragusa moderna especialmente para contemplar Ibla desde las alturas y disfrutar de las vistas. El conjunto barroco de Ibla desde Ragusa es un verdadero espectáculo arquitectónico. Además el barroco por estos lugares se construyó de una manera bien especial y el color de las paredes (muchas veces medio abandonado) le da un aire de nostalgia y envejecimiento que añade una extraña emoción al viajero.
Para dormir en Ragusa Ibla encontrareis una buena cantidad de opciones. Tenéis un gran abanio de casas rurales (aquí se les llaman al estilo británico: Bed & Breakfast) y funcionan como tales. Salen bien de precio con una media de unos 40 euros la doble con desayuno.
Más información | Ragusa | Mapa de Ragusa Ibla | Shine Sicily