Trucos y consejos para visitar la Calzada de los Gigantes en Irlanda

Seguro que habéis oído hablar de la Calzada de los Gigantes, situada en la costa Norte de la costa de Irlanda. Aunque hace siete años ya os hablamos de esta formación, hoy os quiero contar con detenimiento la visita a este lugar y de paso, contaros una serie de trucos y consejos para visitar la Calzada de los Gigantes en Irlanda, que os serán muy útiles en su visita.

Además, os contaré la leyenda de cómo se originaron estas columnas de forma hexagonal que surgieron como consecuencia de una Lucha de gigantes, como el título de aquella maravillosa canción de Antonio Vega, junto a la explicación científica de cómo surgieron.

La Calzada de los Gigantes es única y nadie se va de Irlanda sin verla pues sería un olvido imperdonable. Se encuentra entre las ciudades de Derry y Belfast, en la costa norte de la isla de Irlanda.

Trucos y consejos para visitar la Calzada de los Gigantes en Irlanda

Al llegar a la Calzada, encontraréis un parking muy grande que suele estar casi lleno. Además, hay que pagar 8 libras por aparcar. Yo os aconsejo que no dejéis allí el coche. Si seguís un poco hacia el este en dirección Belfast, encontraréis a medio kilómetro otro parking más pequeño que es gratuito.

Si preferís ir en autobús, éste cuesta alrededor de 15 libras desde Belfast. Una vez llegados a la zona, veréis una pequeña carretera que baja hasta la costa. Podéis coger el autobús hasta abajo donde está la zona de las columnas o ir andando (son unos dos kilómetros). El paseo caminando merece la pena, porque las vistas de los acantilados son sensacionales.

Tras el paseo, llega lo que todo el mundo espera: las cuarenta mil columnas mágicas que forman la Calzada del Gigante o de los Gigantes. Preguntad a los empleados. Os informarán de cualquier duda sobre estas columnas hexagonales y pentagonales. No obstante, tendréis que ser capaces de entender su inglés con fuerte acento norirlandés.

Leyenda del origen de la Calzada de los Gigantes

De lo cuentan los guías, lo que me pareció más interesante fue la razón del nombre “Calzada del Gigante o de los Gigantes”. Estamos ante una maravilla natural geológica que enlaza con relatos mitológicos, según cuenta la leyenda celta. En ella se narra la lucha entre dos gigantes, uno irlandés llamado Finn MacCool y otro gigante de la isla escocesa de Staffa (donde también hay columnas de basalto), que luchaban entre sí lanzándose piedras.

Las piedras que se lanzaron formaron las columnas de basalto en ambos lugares, y las que quedaron en medio crearon una calzada entre Staffa e Irlanda. El Gigante de Staffa la cruzó con intención de matar al Gigante Irlandés. Pero por suerte para él, la mujer del gigante irlandés se dio cuenta y tuvo la idea de vestir a su marido con ropa de bebé.

Cuando el Gigante de Staffa vio a un bebé tan grande, pensó que su padre sería tres veces más grande, de forma que huyó precipitadamente a Staffa, pisando tan fuertemente las rocas de la Calzada de los Gigantes que acabó hundiéndolas y se ahogó en el mar. Así nació la leyenda sobre estas columnas mágicas.

La explicación científica

Hace aproximadamente 60 millones de años el enfriamiento rapido de la lava de una caldera volcánica originó la formación de unas 40.000 columnas de basalto de forma hexagonal que hoy recorren esta región de la costa norte irlandesa. Las columnas se forman cuando las chimeneas volcánicas de lava se enfrían muy rápidamente, en volcanes que dejan de estar activos. Lo inusual de estas columnas en comparación con las del resto de volcanes inactivos, es que el enfriamiento es muy rápido.

La roca que se forma de este proceso es el basalto. Es una roca cristalina, que es la responsable de formar las columnas geométricas. Los cristales forman estructuras perfectas como hexágonos o pentágonos para ahorrar volumen, de forma similar a cómo lo hacen las abejas en una colmena. La naturaleza utiliza estas formas para organizarse habitualmente.

Más consejos para aprovechar la visita a la Calzada de los Gigantes

Se puede tirar uno horas haciendo fotos a los charquitos encerrados en cada prisma de las columnas y viendo donde llega el nivel del mar cambiando de color en cada una de las columnas. Pero además de hacer fotos y visitar las formaciones geológicas, hay más cosas que se pueden hacer aprovechando la visita.

Os recomiendo seguir el camino y no volver al parking directamente. Si seguís veréis al menos, otras dos cosas impresionantes: la primera consiste en unas columnas gigantescas donde todavía no se puede apreciar completamente la forma geométrica de las columnas. Esto se debe a que todavía no se ha dado la erosión suficiente como para retirar los restos de otras rocas, “limpiando” las columnas de basalto.

La segunda son las llamadas “Chimeneas”. Éstas son chimeneas volcánicas que se enfriaron más lentamente, y que por tanto, no tienen la forma geométrica perfecta de sus hermanas que se enfriaron rápidamente. Entre las rocas de alrededor podréis ver, además, extrañas formas como de caras y de pájaros que también llaman mucho la atención.

Para no volver por el mismo sitio, hay otro camino que sube por la otra cara de los acantilados y que también tiene vistas muy bonitas. Además, desde la Calzada de los Gigantes se pueden visitar muchos lugares como el maravilloso Dunlace Castle, un castillo del que os hablaré próximamente.

Espero que con estos trucos y consejos para visitar la Calzada de los Gigantes en Irlanda podáis aprovechar bien la visita. Una cosa más que os recomiendo encarecidamente: vigilad vuestras cabezas, no vaya a ser que los Gigantes se enfurezcan y vuelvan a tirarse piedras de nuevo el uno al otro.

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