Rincones de París que no aparecen en los circuitos turísticos que merece la pena descubrir

¿Existen todavía localizaciones desconocidas para los visitantes en París? El director de cine Mathieu Stern se ha enfrentado a este interrogante recorriendo una de las ciudades más antiguas de Europa con su cámara en ristre con el fin de grabar lugares, no se si secretos, aunque sí atípicos y fuera del circuito de las visitas turísticas que se suelen hacer por la ciudad.

En París, para ser auténticamente secreto hace falta hace falta hacer gala de discreción y ser vanguardista. Hoy, la periferia, el este y el norte de París son los destinos capaces de ofrecer lugares curiosos en los que perderse para sorprenderse. Así que si estás preparando un viaje a París, no dejes de leer estas recomendaciones.

Los Passages Couverts

Estos pasajes cubiertos la mayoría de las veces son galerías comerciales que unen edificios y cuya cubierta de cristal proporciona una agradable iluminación natural y protege de la lluvia. La mayoría de estos pasajes están localizados en el margen derecho del Sena, en el interior de los límites de París antes de su ampliación de 1860; casi todos cerca de los grandes bulevares. Es decir, en la zona donde solía vivir la población más pudiente en la época en la que fueron construidos. Las obras llevadas a cabo por Haussmann que abrieron los barrios creando grandes avenidas, y la competencia de los grandes almacenes han hecho desaparecer la mayoría de ellos.

La Petite Ceinture

La línea de la Petite Ceinture era una antigua línea de tren de doble vía de 32 kilómetros que daba la vuelta de París. Construida en 1852 se dedicaba exclusivamente al transporte de mercancías, antes de ser abierta al tráfico de viajeros dos años más tarde. Sin embargo, con la llegada del metro se cerró definitivamente al tráfico de pasajeros en 1934. En la actualidad sólo funcionan ciertos tramos de esta vía, pero sólo para el transporte de mercancías.

El Jardin Sauvage Saint-Vincent

Un jardín salvaje en el corazón de la capital. Este pequeño cercado de 1500m², cerca de la viña de Montmartre, era un parque público que fue abandonado durante unos veinte años. En 1985, la Dirección de los Parques, Jardines y Espacios verdes de Paris pensó que sería interesante permitir que este jardín evolucionase de forma natural para contribuir a mantener la biodiversidad en plena urbe. Para que fuese seguro consolidaron su pendiente, habilitaron un sendero y excavaron un estanque. En la actualidad se ha convertido en un refugio natural de nuevas especies de plantas y de animales.

La iglesia ortodoxa Saint-Serge

La iglesia Saint-Serge de Radonège es una bonita iglesia oculta al final de una avenida. El lugar no se ve desde la calle, hay que franquear un portón y seguir una pequeña avenida para descubrir esta iglesia ortodoxa de paredes rojas. Se trata de una iglesia luterana cuyo edificio fue confiscado durante la seguna guerra mundial y luego puesto en venta por el gobierno. Por aquel entonces, la emigración rusa en Francia sufrió un gran aumento después de la revolución de 1917 por lo que fue comprada durante una subasta y vuelta a consagrar en 1925.

Jardin du Panthéon

Se trata de un panteón budista de 450 metros cuadrados pegado al museo Guimet dedicado a obras religiosas asiáticas. El acceso es libre por lo que se puede disfrutar de su pequeño jardín de inspiración japonesa, de sus bambús gigantes, de sus caminos hechos de grandes piedras sobre un estanque que lo convierten, probablemente, en la localización más zen de la capital de la luz. Este hermoso jardín también posee un pabellón realizado por artistas y carpinteros japoneses donde se sirven las ceremonias del té del museo Guimet. Una ocasión única para disfrutar de los placeres del arte de vivir en Japón.

Terasse de IMA

La terraza panorámica del Instituto del Mundo Árabe ofrece unas espectaculares vistas sobre la capital, el río Sena, la catedral de Notre-Dame, la Isla de la Cité y el barrio del Marais. Sin duda alguna, se trata de una de las mejores vistas sobre París. Este espacio de cristal y cemento de 300 metros cuadrados, diseñado por el arquitecto Didier Labati se encuentra en el noveno piso del instituto. Desde allí es posible disfrutar de unas espectaculares puestas de sol sobre la catedral.

Más información | Stern Mathieu

Fotos | Groume, LPLT Mbzt, Agnese, J.Demarigny MagnusManske, Austinevan, Guimet

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