La crisis económica global parece afectar a los servicios turísticos en general, y ha llegado también a los hoteles cinco estrellas. (¡Oh! ¡Qué horror! )
Algunas cadenas de reconocido servicio como St.Regis, InterContinental o los W, han optado por recortar servicios y dejar que algunos de sus establecimientos bajen de categoría a cuatro estrellas. (¿y mis flores frescas cada mañana en mi cuarto? ¿y mis Godiva sobre la almohada?).
Quiero creer que traerá aparejado una rebaja de tarifas tendiendo a ganar un nuevo segmento de pasajeros que puedan acceder a sus instalaciones y servicios. (¿quién es esa "gente" que ocupa mi mesa preferida para el desayuno?)
De todas formas, ¡ siempre nos quedará el Ritz ! ( very posh!)
¿O no? Recomiendo que lean una crónica de una noche en el Ritz de Londres de un periodista que tuvo la osadía de reservar la habitación más económica: "sólo" 360 euros la noche.
En ella nos cuenta que, sin salirse de las mínimas normas de trato personalizado al pasajero que se pide a cualquier hotel de lujo, se vió "sugerido" de consumir más y más servicios del hotel a efectos de subir su factura.
Además de asignarle una habitación que denomina una "caja de zapatos" (cariño, ¿qué esperabas por ese precio?), la atención fue algo más que "servicial" y a unos precios exhorbitantes hasta inflar la cuenta.
El artículo está en inglés ( sorry!) y sale hoy en el The Sunday Times (of course, darling !)