La ciudad balneario de Harrogate está ubicada al sureste de la región de Yorkshire Dales (los valles de Yorkshire) y apenas a una hora del aeropuerto de Leeds-Bradford, en Inglaterra.
Para llegar, lo más barato y recomendable es tomar un autobús que sale puntualmente desde la propia plataforma de autobuses del aeropuerto y nos deja en la estación de autobuses de Harrogate, en pleno centro de la ciudad. Además de rápido, es muy bonito el paseo porque atraviesa pequeños pueblos de la zona como Pool, que es encantador.
Harrogate lo tiene todo para el deleite de cuerpo y alma haciendo que la estancia allí resulte muy agradable. Es un sitio ideal para mimarse durante unos días. Encontraremos bonitas tiendas, el famoso café & tea rooms Bettys, restaurantes, preciosos jardines, elegante arquitectura, y por supuesto, sus célebres baños turcos victorianos que la hicieron famosa como ciudad balneario.
En 1571 se descubrió en Harrogate un manantial de agua mineral de beneficiosas propiedades para la salud y siglos más tarde, en 1897 abrieron los Royal Bath a los que acudían personajes de la realeza y la aristocracia británica en el edificio donde todavía hoy funcionan. Uno se puede relajar un par de horas en los baños turcos, pero no se puede reservar turno, por eso, si vas en fin de semana (como he ido yo), lo más recomendable es asistir al primer turno del sábado por la mañana porque luego se llena.
En el Royal Pump Room Museum podemos descubrir más datos sobre el surgimiento de la ciudad spa e incluso probar el sabor del agua, con alto contenido de azufre. También se puede disfrutar de la vida cultural de la ciudad asistiendo a obras de teatro o visitando las exposiciones de la Mercer Art Gallery.
En Harrogate la gente es súper amable y cálida. Basta con decir que si te ven con demasiada cara de turista te paran por la calle para ofrecerte ayuda. Así que no dudes en preguntar cualquier cosa; te la contestarán con agrado.
Un día prefecto en Harrogate comienza con un paseo por el norte de la ciudad, una caminata por los jardines de Crescent Road y Valley Gardens, y luego bajar por la calle Parliament hasta The Stray, un gran espacio verde de esparcimiento. Luego un paseo por las tiendas y anticuarios del centro de la ciudad con parada obligada en Bettys para tomar el té y más tarde una cerveza en el tradicional Wetherspoon pub en The Winter Gardens, integrado al edificio de los baños turcos.
Otro punto de interés en la ciudad, especialmente para los amantes de las novelas de misterio de Agatha Christie, es el elegante hotel Old Swan en Crescent Road cuyo frente está tapizado por una preciosa hiedra rojiza. En él la escritora desapareció por unos días en 1926 sin que nadie lo supiera, incluso algunos la habían dado por muerta.
Por último, me queda recordaros que Harrogate, al igual que las poblaciones cercanas, comienza a prepararse para la Navidad con un nutrido calendario de eventos, conciertos, mercadillos y adornos navideños que decoran las calles transformándolas en destinos muy recomendados para visitar en esta época.
Os dejo con algunas fotos de mi visita a Harrogate y en la próxima entrega contaré algunas cosas muy interesantes que se pueden ver y visitar en los alrededores de la ciudad.
Más información | VisitBritain, Harrogate.gov.uk