Durante una estadía en la bella ciudad de Budapest, bien podríamos tomarnos un día para hacer un recorrido atípico.
¿Y por qué un recorrido "atípico"? Es que hoy les proponemos conocer el juguete más grande del mundo, aunque no se trata de jugar. Es un tren para niños (y adultos) manejado por niños de entre 10 y 14 años que controlan el tráfico de la línea, y realizan servicios comerciales bajo el mismo reglamento que en cualquier otra línea de los Ferrocarriles Estatales Húngaros (MÁV Zrt). El manejo de las locomotaras está a cargo de adultos, pero el resto de las funciones recae en los pequeños: operar las agujas y señales, emitir los billetes, y tener a los pasajeros informados.
El recorrido de este tren, nos acerca a algunos puntos de sumo interés a poca distancia de Budapest:
Está situado en el oeste de la capital húngara y en sus 11 kilómetros de vía estrecha se recorren los bosques de las colinas del barrio Buda de la ciudad. El apeadero de Normafa y la estación de Virágvölgy se encuentran al lado de la pista de esquí más frecuentada de Budapest: Normafa. Desde la estación János-hegy se llega fácilmente a la torre mirador de János-hegy, el lugar más alto de Budapest con una altitud de 529 m. El recorrido pasa cerca de la cabecera del telesilla de Zugliget, el cual ofrece una bella vista de la ciudad. La mayor parte del recorrido del Ferrocarril de los Niños transcurre a través de los parques forestales de las colinas de Budapest con poblaciones de robles, fresnos, y hayas y hasta una reserva natural donde viven en total libertad los animales típicos del bosque: ardillas, zorros, cirvos o jabalíes.
Todo el área pertenece al Parque Nacional del Danubio-Ipoly. Y en este otoño que ya comienza es un espectáculo de colores encendidos.
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