Seguimos nuestro recorrido por Lisboa, en esta ocasión paseando por A Baixa y deteniéndonos en la Plaza do Município, otro de los centros neurálgicos de este sector lisboeta y u bonito lugar en el que detenerse un momento.
La Praça do Município o del Municipio de Lisboa se halla muy próxima a la espectacular Plaza do Comercio, de la que ya os hablamos, muy cerca del río y de las calles comerciales de A Baixa.
En esta plaza de reducidas dimensiones (al menos si la comparamos con la vecina Comércio) forman un bonito conjunto la Cámara Municipal y el Pelourinho que se alza ante ella, junto a algunas estatuas modernas que contrastan con el clasicismo de los edificios circundantes.
La Cámara o Ayuntamiento ha estado en distintos lugares de la capital. Desde el s. XIII estuvo cerca de la Sé, en lo q eran las Casas da Cámara. A partir del XVIII se trasladó al Palacio da Rossio, que fue derrumbado en el terremoto de 1755.
Después se instaló en el lugar que ocupa en la actualidad, sufriendo aún varios incendios y remodelaciones que cambiarían su imagen. La fachada de la Cámara Municipal es de un estilo neoclásico tardío, con un pórtico triple coronado por una balaustrada sobre la que se abren en el nivel superior tres ventanales flanqueados por columnas.
Un frontón triangular corona la fachada, y éste a su vez está coronado por el blasón de la ciudad de Lisboa. En el frontón vemos las figuras alegóricas del Amor a la Patria, la Ciencia, la Navegación, la Libertad, el Comercio y la Industria.
Pero detengámonos un momento en ese pilar que precede al Ayuntamiento, el Pelourinho. Porque, si recordamos el uso que esta pilastra tenía antiguamente, puede que no nos parezca tan bonita...
El pilar, que simboliza la autonomía de la justicia ciudadana (frente a los poderes eclesiásticos o señoriales), tiene sus orígenes a finales del siglo XIV, cuando ya existía un monumento similar según ha quedado testimoniado en distintos documentos medievales.
El actual Pelourinho fue construido en el siglo XVIII, después del terremoto de 1755, en estilo neomanuelino. Está formado por tres columnas retorcidas una esfera terrestre en lo alto y un pedestal.
Era un monumento auxiliar en la aplicación pública de penas contra diversos delitos. Menos mal que hoy día no pueden verse los ganchos de los que se colgaba para escarnio público a los condenados.
Al margen de historias truculentas, la Praça do Município en Lisboa es un bonito lugar, emblemático y con historia, en el que detenerse, y que probablemente se cruce en nuestros paseos por A Baixa pombalina, en pleno corazón lisboeta.
Fotos | Bernt Rostad y peter pearson en Flickr-CC En Diario del viajero | Descubriendo Lisboa, El barrio de Alfama, Los tranvías de Lisboa, Lisboa en Navidad