Tras subir en el elevador de Santa Justa y disfrutar de las vistas hacia la Baixa, el Castillo o Alfama, así como contemplar las ruinas famélicas del Convento do Carmo, empezamos a recorrer algunas calles del Bairro Alto, y dimos con esta plaza singular, el Largo Trindade Coelho en Lisboa.
Vamos a detenernos en esta parte de la ciudad, un bonito lugar plagado de palomas y con una curiosa escultura junto a los kioscos de prensa. Se trata de la estatua del vendedor de lotería o Cauteleiro, colocado para honrar este oficio por la Santa Casa de la MIsericordia de Lisboa, institución que gestiona las loterías del Estado. Como curiosidad, en la gorra del personaje vemos el número de vendedor 000.
También hay una columna levantada por los italianos residentes en Lisboa para conmemorar el matrimonio del rey Dom Luís I con la princesa María Pía de Saboya (1862). Hay textos en portugués e italiano referidos a la fraternidad entre los dos países.
Pero si algo destaca en esta plaza, aunque a primera vista la fachada es más bien sencilla, es la iglesia de Sao Roque, acabada en 1574, que constituye uno de los mejores ejemplos de arquitectura manierista portuguesa y también prueba del impulso constructor de la Compañía de Jesús en su etapa de esxpansión europea. Fue construida por los jesuitas lisboetas a las afueras de la ciudad del siglo XVII, sobre los restos de una antigua ermita, como iglesia y casa de catequesis.
Su sobria fachada esconde un rico interior. El manierismo portugués tiene exponentes importantes en este templo de Lisboa, los del Espíritu Santo en Évora o de Sao Paulo en Braga, son iglesias amplias y sólidas, con pequeñas capillas laterales, una sola nave compacta de dos pisos y cierta simplicidad en las fachadas.
Es una visita interesante, en la que destaca su techo de madera que se ilumina gracias a varios ventanales. También las seperficies de azulejos y mármoles, o los retablos de distintas épocas y estilos, o el singular retablo de la capilla mayor y la capilla de la Sagrada Familia.
Hay que detenerse en la fastuosa capilla de San Juan Bautista, montada en Roma y trasladada por vía marítima a Lisboa y en la sacristía, con sus armarios de madera y marfil, coronados por interesantes pinturas.
Junto a la iglesia está el Museo de Sao Roque, o Museo de Arte Sacra, en unas dependencias de los jesuitas. En 1768, tras la expulsión de la orden, el Marqués de Pombal donó los edificios a la Casa de la Misericordia de Lisboa, la institución que, como hemos comentado, gestionaba las loterías.
Se fundó el Museo en 1898 con el patrimonio aportado por varias cofradías, y en 1927 se organizó y catalogó todo su contenido, en el que a veces destaca más lo simbólico que lo artístico. Las piezas de orfebrería, la colección de misales y evangelios o las vestimentas litúrgicas son algunas de las secciones importantes, así como su pinacoteca, integrada por algunas obras de valor. Se puede visitar de martes a sábados de 10 a 17 horas.
En fin, si paseáis por esta parte de la ciudad no olvidéis visitar la Iglesia y haceros una foto junto a la escultura del Cautelerio en el Largo Trindade Coelho en Lisboa, para descubriendo lo fascinante de callejear por la zona.
Foto | Marcas das ciencias
En Diario del viajero | Turismo en Lisboa